Cerca de dos años después, los airbags defectuosos del proveedor Takata siguen dando problemas a los fabricantes de automóviles. El último capítulo lo escribe nuevamente Ford: 953.000 modelos de la marca del óvalo que equipan este dispositivo han sido llamados a una revisión masiva en Norteamérica, según el requerimiento de la agencia norteamericana de seguridad NHTSA.
El defecto de fabricación que afecta al inflador de los airbags de la nipona Takata es de sobra conocido: lleva 23 víctimas mortales a nivel mundial, la mayoría en Estados Unidos. Pese a la quiebra de la empresa hace ya año y medio, sus dispositivos aún siguen ocasionando llamadas masivas a revisión con no pocas marcas implicadas: Honda, Toyota, Audi, BMW, Daimler Vans, Fiat Chrysler, Ford, General Motors, Jaguar-Land Rover, Mazda, Mercedes-Benz, Mitsubishi, Nissan, Subaru, Tesla... la lista es larga.
Y a los ya registrados 3,3 millones de vehículos instados a pasar por el taller para sustituir este dispositivo de seguridad, se suman ahora los casi un millón de modelos Ford que deberán hacer lo propio y de nuevo en Norteamérica. Así lo ha confirmado la marca del óvalo en un comunicado: en total siete son los modelos perjudicados.
El fabricante informa, asimismo, que no tiene constancia de que se haya producido ninguna lesión o accidente a causa de este defecto en estas unidades en concreto.
Siete modelos Ford afectados, incluyendo el Mustang, el Ranger y el Edge
Recordemos que estos airbags defectuosos firmados por Takata registraban un problema en una de las piezas que forman parte del inflador: así, cuando entra en funcionamiento este aro, al no soportar la presión, se rompe fragmentándose en pequeños trozos metálicos a modo de metralla.
En el caso de los modelos que ahora tendrán que pasar por el taller, el defecto ha sido detectado en el airbag frontal de pasajero y afecta a 953.000 vehículos: 782.384 comercializados en Estados Unidos y 149.652 en Canadá. Ford confirma que sustituirá este dispositivo sin coste alguno para los clientes.
En concreto los modelos perjudicados son los Ford Edge y Lincoln MKX producidos entre el 28 de noviembre de 2008 y el 21 de julio de 2014 en la planta de Oakville, a los que le siguen los Ford Ranger ensamblados en Twin Cities entre el 14 de agosto de 2008 y el 21 de junio de 2014, los Ford Fusion, Lincoln MKZ y Mercury Milan fabricados entre el 3 de julio de 2008 y el 29 de julio de 2012 en la planta de Hermosillo y, por último, los Ford Mustang concebidos en Flat Rock entre el el 8 de junio de 2009 y el 16 de diciembre de 2011.
Hay que recordar que hace un año, Ford ya había llamado a revisión a casi 3.000 Ford Ranger producidos entre agosto y diciembre de 2005. En aquel momento, dos muertes habían sido lamentadas en este pick-up. De hecho, el tono de aquel comunicado era bastante más grave en comparación con el último, instando a los conductores a que dejasen aparcado su coche hasta haber sido reparado por la compañía, cosa que no ha ocurrido en esta ocasión.
El respaldo del nuevo Ford EcoSport, también a revisión
Y a esta llamada a masiva al taller se suma otra, también solicitada por la NHTSA, que en su caso afecta a 87 unidades de la última actualización del Ford EcoSport. Se trata de un defecto de fabricación detectado en el respaldo de los asientos delanteros: se ha encontrado una soldadura inadecuada que no cumple con las exigencias de resistencia y, en caso de accidente, puede aumentar el riesgo de lesiones.
De esta manera, casi 90 unidades del Ford EcoSport 2019 deberán acudir a los talleres del fabricante, de los cuales 63 modelos corresponden a EE.UU. y 13 a Canadá.
Según se desprende del comunicado de la firma americana, estas llamadas a revisión sólo afectan a modelos comercializados en Norteamérica, no obstante estaremos atentos a nuevas informaciones ya que algunos de éstos también se comercializan en Europa.