En 1966 el ruido en el interior de un Ford Anglia a 48 km/h y con la tercera marcha metida rozaba los 90 decibelios (dB). El Ford Cortina tampoco era mucho más silencioso, aunque el sonido del motor desde el habitáculo alcanzaba los 81 dB. En el año 2000 la rumorosidad en el Mondeo rondaba los 77 dB; 20 años después, el SUV híbrido enchufable Ford Kuga ha conseguido bajar hasta los 69 dB.
Para lograrlo, la firma del óvalo ha llevado a cabo lo que denomina la 'estrategia del susurro': buscar la absorción del sonido desde asientos perforados hasta sellos en las puertas.
70 neumáticos para lograr un buen aislamiento
Para el nuevo Kuga, Ford examinó elementos generadores de ruido, desde la suspensión hasta los sellos de las puertas para ayudar a encontrar formas de optimizar el interior del modelo.
Al primer híbrido enchufable fabricado en España se le han añadido, según explica Ford, protectores de sonido ajustados aerodinámicamente debajo del chasis que ayudan a limitar el ruido de la carretera y del viento que entra desde el exterior.
La marca explica que para lograr un buen aislamiento en el habitáculo los ingenieros de Ford pasaron dos años probando más de 70 neumáticos diferentes sobre superficies que iban desde el Tarmac liso hasta el hormigón rugoso y los adoquines, en condiciones húmedas y secas y a varias velocidades, para encontrar la especificación exacta que mantuviera el ruido proveniente de la carretera al mínimo y que, al mismo tiempo, ofreciera altos niveles de confort y agarre.
Los canales detrás de los paneles exteriores que permiten el paso de cables y componentes ocultos de una zona a otra son más pequeños y estrechos para limitar el flujo de aire dentro del chasis.
Claro que la capacidad de circular 'a vela' o por inercia durante un determinado periodo de tiempo facilita esa bajada de decibelios en el interior. El Kuga Plug-In Hybrid combina un motor de gasolina, un motor eléctrico y un generador y una batería de iones de litio de 14,4 kWh que lo hacen posible.
Al utilizar el modo de conducción EV Now se apaga el motor de gasolina y se alimenta el vehículo utilizando únicamente la batería y el motor eléctrico, consiguiendo unos niveles de ruido en el interior de la carretera de 52 dB, en pruebas controladas, "lo que equivale al sonido de una llovizna", dice la marca norteamericana.
Para hacernos una idea, el sonido se vuelve dañino a los 75 dB y doloroso alrededor de los 120 dB. Lo cierto es que de 55 a 75 dB se considera un nivel de ruido a tener en cuenta; un aspirador genera 65 dB y una calle con mucho tráfico puede alcanzar los 75 dB.
Una prueba llevada a cabo por Ford mostró que los ocupantes del nuevo SUV experimentan niveles de ruido interior que son sólo una cuarta parte de los que experimentaban sus abuelos en un Ford Anglia de 1966.
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