El club de automovilistas ADAC ha hecho sonar la alarma respecto a la seguridad de la tercera fila de asientos en los monovolúmenes pequeños de siete plazas. Las pruebas realizadas con el Fiat 500L Living demuestran que las dos últimas plazas son bastante más inseguras que las otras cinco no sólo en éste, sino en todos los vehículos de este tipo.
El problema no es sólo de este modelo, está generalizado en todos los de su categoría y es debido a la falta de espacio entre el portón trasero y el respaldo de los asientos de la tercera fila. En caso de un accidente por alcance los pasajeros de estas plazas se llevarán la peor parte como se ha comprobado con este crash-test realizado a 60 km/h.
Como está tan cerca no hay espacio para la deformación y el respaldo del asiento se lleva gran parte del impacto, incluso los reposacabezas pueden recibir el golpe si el vehículo que colisiona por detrás es alto. La recomendación es utilizar estas plazas sólo cuando sea necesario, pero dada su dificultad de uso es lo que se suele hacer. Además, nadie elige cuándo va a tener un accidente.
