Recientemente Fiat mandaba una nota de prensa enorgulleciéndose de la elección de la modelo Elle McPherson. La top model ya tenía en su garaje un Fiat 500, pero le ha gustado tanto el Fiat 500C que se lo ha comprado, para que le de el sol y el smog.
Entre sus razones, que le gusta, es pequeño y se mueve bien dentro de una ciudad como Londres. Otra celebriti que ha hablado bien del coche ha sido Jodie Kidd, la primera persona en probar el sistema eco:Drive en el Reino Unido. Tras esta breve introducción, vayamos al grano.
Cuando pienso en el Fiat 500 no pienso en un utilitario baratito, modesto, poco espacioso y con maletero testimonial. Pienso en elegancia italiana, un coche chachi, ecológico y marchoso. Recientemente estuve probando uno y no se aleja demasiado del concepto que tengo del Lancia Ypsilon, posicionado por encima.
Tengo que dar mi sincera enhorabuena a Fiat por cómo han posicionado y publicitado su nuevo modelo. Ediciones especiales, fiestas con macizas y famosos, soberbia campaña de promoción… Lo han metido por los ojos hasta dentro del suburbano de Alemania.
Tanto que sus rivales no han conseguido semejante relevancia, y eso que Ford colocó el Ka en una película de James Bond con chica incluida (entre otras cosas). ¿Pensamos en el Renault Twingo, Citroën C2 o Toyota iQ de la misma forma? Pues son sus rivales…
Su posicionamiento medioambiental también es duro. No tiene los motores más eficientes del Mundo, pero tiene versión microhíbrida y eléctrica (que cuesta unos 50.000 euros), para más adelante tendrá una versión híbrida.
Eso ha pesado más que la tecnología que no tiene, como inyección directa u optimizaciones “eco”. Utiliza motores veteranos y muy conocidos en el grupo Fiat, que no destacan por su rendimiento o sus prestaciones. Hasta la versión deportiva ha calado hondo.
Seguro que si menciono al 500 Abarth más de uno babeará, y sin haberse subido en él, sólo por su estética, motor turbo de 155 135 CV y ajuste dinámico. Desear una cosa sin haberla visto en persona es todo un éxito de la gente de marketing y publicidad. Hasta en un concesionario Ferrari es posible ver un 500.
No estoy diciendo que el Fiat 500 sea un mal coche ni nada parecido. Próximamente publicaré una prueba sobre él, no me ha parecido excesivamente diferente de lo que ha hecho Fiat en los últimos años. Creo que su fama está un poco ¿sobredimensionada? Y cuando empiecen a venderlo en EEUU... que tiemble el smart.
La reentrada del Fiat 500 en la sociedad moderna se ha hecho de forma magistral. No viene en la misma época ni con las mismas necesidades de motorizar a una nación, pero desde luego va a dar que hablar mucho en los próximos años, lo han convertido en un icono y lleva meses en el mercado.
¿Qué os parece este coche? ¿Cuántos habéis subido en él o lo habéis conducido? Me interesa vuestra opinión.