En las últimas décadas hemos visto cómo los anuncios de automóviles han pasado de centrarse en la potencia de los motores a hacerlo en el confort que ofrecen al conductor. La ergonomía ha llevado a hacer de nuestros coches más cómodos y divertidos de conducir, pero también más seguros en la carretera. Los últimos avances han llevado a incluir elementos que hasta hace poco no podíamos imaginar dentro de nuestro coche.
La ergonomía como sistema de seguridad
Cuando hablamos de seguridad en un vehículo, diferenciamos entre seguridad pasiva y activa. En el primer caso, encontramos aquellos elementos cuyo objetivo es minimizar en lo posible los daños causados en caso de accidente. Entre ellos están algunos básicos como el cinturón de seguridad o el airbag y otros más complejos como el interruptor inercial o la llamada de emergencia automática.
Por otro lado tenemos los elementos de seguridad activa, destinados directamente a evitar sufrir un accidente. Entre ellos podemos encontrar desde imprescindibles como los faros o los frenos a otros más sofisticados como el detector de peatones o la alerta de cambio de carril.
En este último grupo debemos incluir también la ergonomía de los distintos elementos, pues puede ayudarnos a reducir la probabilidad de que suframos un percance. Y lo hace de tres formas distintas:
Reduciendo la fatiga : Un 30% de los accidentes de tráfico se producen por problemas derivados del cansancio. Una mayor ergonomía en los elementos hace que vayamos más cómodos al volante, y con ello conseguimos que nos cansemos menos en los trayectos largos, y que tengamos menos posibilidades de sufrir tirones o agarrotamientos.
Dando más libertad de movimientos : Los artículos 17 y 18 del Reglamento General de Circulación nos avisa que como conductores tenemos que tener plena libertad de movimientos, ya que una mala postura puede hacernos dar un volantazo o impedirnos reaccionar con celeridad ante un incidente. Una correcta ergonomía nos asegura que podamos mantener una posición correcta y tener el volante, los pedales y los mandos accesibles.
Evitando distracciones : La distracción es la primera causa de siniestralidad en nuestro país. El boom del smartphone y los cada vez más sofisticados centros multimedia de los coches han hecho que supere incluso al exceso de velocidad como principal motivo.La integración de muchos controles en el volante y la reubicación de otros en sitios más accesibles han conseguido que prácticamente no tengamos que apartar la vista de la carretera.
El asiento, una obra de tecnología punta
Ya hemos hablado largamente en Espacio Toyota sobre la evolución que ha vivido el asiento del coche. Es sin duda el elemento que más avances ha recibido en materia de ergonomía; al fin y al cabo, es donde vamos sentados durante el trayecto, a veces durante varias horas seguidas. Por eso es importante que el asiento ofrezca la mayor comodidad posible al conductor, por los motivos que hemos visto arriba.
El diseño ha pasado a ser estudiado al milímetro, casi medicinalmente. No se trata solo de que nos sintamos cómodos al sentarnos, también de mantenernos firmes y sujetos durante la conducción. Las famosas "orejas" han ido evolucionando para ofrecer mejor sujeción lateral y no nos resbalemos cuando tomemos curvas a mayor velocidad. El reposacabezas, por su parte, ya supuso un hito en la seguridad al reducir las lesiones cervicales en los choques frontales; hoy encontramos reposacabezas inteligentes que avanzan su posición al detectar el impacto , reduciendo aún más los daños.
En el uso de materiales, se buscan por un lado rellenos que aporten confort y firmeza, lo justo para que el asiento no se sienta duro pero tampoco se hunda bajo el peso. Por el otro, las tapicerías deben guardan un equilibrio entre elasticidad y resistencia al paso del tiempo; los últimos avances van encaminados a buscar materiales transpirables y libres de alérgenos.
La tecnología también ha ayudado a mejorar la ergonomía de los asientos. Ya no hablamos de sistemas cada vez más sofisticados de calefacción y refrigeración (¡e incluso masajes!); sino de numerosos reglajes eléctricos para poder ajustar nuestra posición y postura dentro del habitáculo. Algunos de los vehículos más modernos pueden incluso guardar diferentes configuraciones para los distintos miembros de la casa.
Los controles del coche, del salpicadero a tu boca
A medida que ha ido evolucionando la tecnología en los vehículos, se han incrementado la cantidad de funciones que se pueden realizar dentro de él. Esto ha llenado nuestro coche botones, ruedas y palancas, hasta el punto de poner en riesgo la maniobrabilidad del conductor y de suponer una importante fuente de distracción al volante.
La ergonomía ha llevado a reubicar algunos botones a sitios más accesibles ; por ejemplo, el botón de las luces de emergencia, ha pasado de estar detrás del volante a localizarse en la parte superior de la consola central. De manera similar, otros controles como los del equipo de sonido o del control de crucero han pasado a incorporarse directamente al volante , para que no tengamos que soltar las manos ni estirar el brazo.
El último gran avance ergonómico en materia de controles (y un gran paso para la seguridad) ha sido la incorporación de sistemas de reconocimiento de voz. A través de sencillos comandos de voz, podemos ordenar a nuestro vehículo la realización de algunas de las tareas más sencillas. Con ello podemos conseguir una libertad total de movimientos, pues no tendremos ni que hacer gesto alguno ni apartar la vista de la carretera. Además, la integración de sistemas como Android Auto o Apple CarPlay permiten conectar nuestro coche con nuestro smartphone y realizar tareas de la mano de Siri o Google Assistant.
Plataforma modular, un paquete de ergonomía
Podemos hablar de asientos, volantes y pedales, todos ellos elementos importantes para la maniobrabilidad del vehículo y que han recibido importantes avances para mejorar nuestra comodidad y seguridad en la conducción. Pero el lugar donde descansan todos ellos -y nosotros mismos- es la plataforma, la base que determina la forma de toda la estructura , y la ubicación de todos los elementos del vehículo. Es, por decirlo de alguna manera, la que determina nuestra forma de conducir.
El último gran avance en materia de plataformas es el uso de diseños modulares ; estos módulos permiten establecer una configuración de elementos común para varios modelos, pero a la vez adaptarse a las distintas características de cada uno. Toyota cuenta con la plataforma modular TNGA (Toyota New Global Architecture), que además de mejorar y abaratar la fabricación de sus vehículos, ofrece grandes ventajas en materia de ergonomía.
Con TNGA, Toyota trabaja sobre cinco patrones diferentes de diseño, que articulan la configuración de los distintos elementos del vehículo (pedales, columna de dirección, asiento…) y que ofrece la mejor combinación posible para cada modelo. Pero por otro lado puede centrarse en aspectos comunes para todos ellos, como el centro de gravedad.
En la TNGA se contempla una bajada del centro de gravedad en todos sus modelos. Nosotros lo notamos en una mejor visibilidad de la carretera y en menos vibraciones en todo el habitáculo. Pero lo más importante es que dota al vehículo de una mayor estabilidad, reduciendo el balanceo de la estructura que pueda hacernos perder el control.
Todo ello consigue que la TNGA sea el mayor paquete de ergonomía que se puede ofrecer en un vehículo, garantizando confort y seguridad a partes iguales a bordo de nuestro vehículo.
Imágenes | Toyota Newsroom | iStock: Prykhodov, Jedsada_Piampiyachat.
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