Sin duda, el _tuning_ es una forma de expresarnos y mostrar nuestra personalidad con una de las cosas que más amamos en este mundo: nuestro automóvil. Es una forma de arte que utiliza el vehículo como lienzo en blanco que cobra vida sobre el asfalto. Pero nunca debemos perder de vista lo que significa tener un coche y circular por la carretera; por eso el tuning está sujeto a estrictas normas de juego que, si las incumplimos, acabarán con nuestra obra de arte fuera de la pista.
Cómo está regulado el _tuning_ en nuestro país
Aunque el _tuning_ en nuestro país empezó a popularizarse en los años 90 y sobre todo en los 2000, la verdad es que no hemos tenido una legislación del todo adecuada hasta esta década que estamos a punto de terminar. Hasta entonces habíamos contado con el Real Decreto 2028/1986, pero ya en 2007 el Parlamento Europeo aprobó dos normativas, la Directiva Marco 2007/34 (sobre contaminación acústica) y la Directiva Marco 2007/46 (sobre homologaciones de los vehículos a motor, sistemas, componentes y unidades técnicas independientes destinadas a los mismos), que debían ser vertidas a los sistemas legislativos de cada país miembro.
La legislación española existente se adaptó a estas directivas europeas con el Real Decreto 866/2010 de 2 de julio (con entrada en vigor en 2011), por el que se regula la tramitación de las reformas en los vehículos. Con esta modificación de la legislación se busca garantizar la seguridad tanto activa como pasiva de todos los usuarios de la vía, así como limitar y reducir la contaminación tanto ambiental como acústica. La normativa, entre otras muchas cosas, establece qué y cómo deben registrarse las modificaciones en la ficha técnica del vehículo, y su presentación en la revisión de la ITV.
La normativa es más exigente que la anterior, en cuanto que amplía el rango de modificaciones que deben homologarse. El concepto de "reforma de importancia" ahora se llama "reforma de vehículo", por lo que entran en la norma también los añadidos más sencillos que no se consideraban de importancia (por ejemplo, las lunas tintadas). También son incluidos en la norma las reformas o extras instalados realizados por el fabricante o el concesionario antes de su matriculación (por ejemplo, un techo solar). Este mayor alcance de la normativa podría suponer un inconveniente para los aficionados al _tuning_, pero realmente ofrece mayores garantías al eliminar los vacíos legales que existían con el anterior Real Decreto (como en el caso de los faros de xenón instalados fuera de fábrica, que no podían homologarse).
Novedades del nuevo Manual de Reformas y la nueva ITV
El Real Decreto 866/2010 establece que estas reformas requieren de homologación por el órgano establecido, así como certificación en la revisión de la ITV. Para ello viene acompañado de un Manual de Reformas de Vehículos que recoge las reformas tipificadas, su codificación y el proceso para tramitarlas. El Manual, elaborado por el Ministerio de Industria en conjunto con las entidades autonómicas que gestionan las ITV, ha ido actualizándose con el paso de los años, la última vez en enero de 2017.
También en 2017 se aprobó la nueva normativa de la ITV (que no entraría en vigor hasta mayo del año pasado), y que incluía novedades significativas; entre ellas, la utilización en la inspección de herramientas de diagnóstico más eficaces, y que a la larga supone un mayor control de las modificaciones menos perceptibles, como las de mecánica o motor. Otra novedad es la validez del certificado de la ITV a todo el territorio comunitario; no en vano la actualización de la normativa busca su equiparación con la legislación europea. Ya comentábamos más arriba que el nuevo Real Decreto recogía también la Directiva sobre contaminación acústica, lo que también se ha visto reflejado en la homologación de componentes como los del escape.
Qué proceso debemos seguir para tunear nuestro coche
El proceso a la hora de realizar modificaciones en nuestro vehículo consiste básicamente en la tramitación de una determinada documentación y una revisión específica en la ITV inmediatamente posterior a la realización de la obra. Esta revisión es la que dará el visto bueno a todo el proceso, tras el cual si nos dan el ok podremos decir que nuestro vehículo está en regla. Finalmente, debemos informar a nuestra aseguradora , pues cualquier pequeño cambio (como la pintura del coche) puede suponer un cambio en la prima; y sobre todo, que se anule la cobertura en caso de que tengamos un siniestro y no hayamos informado.
El grueso de la documentación que mencionamos arriba es el proyecto técnico que explica los detalles de la reforma : objeto de la modificación, persona o empresa que realiza el trabajo, las características del vehículo y cómo quedan resultantes... Este informe debe ir acompañado además de los certificados de homologación del fabricante de los componentes añadidos, el informe de conformidad, el certificado del taller etc.
Qué podemos cambiar o modificar de nuestro vehículo
Para hacernos una idea de si una modificación requiere o no de la presentación del informe y la ITV específica, podemos decir _grosso modo_ que no lo requerirán los cambios estéticos que no supongan modificación en las dimensiones o las prestaciones del vehículo (como la pintura, embellecedores, etc). Unos, como la sustitución de llantas, se podrán realizar siempre que estén homologadas y entre las medidas admitidas en la ficha técnica del vehículo. Otros, como las lunas tintadas, por cuestiones de visibilidad y legalidad sí requerirán un certificado de homologación.
Sin embargo, los cambios estéticos que sí alteren alguna de las características del vehículo, (como un alerón demasiado grande o unos faldones excesivamente bajos) sí exigirán presentación del proyecto y revisión en la ITV. En general, también será obligatorio con todas las modificaciones en la mecánica (sistema de escape, suspensión, sistema eléctrico en caso de un híbrido...) o la electrónica del vehículo (especialmente la reprogramación de centralita en cualquiera de sus niveles).
Toyota y los kits de personalización oficiales
Ya hemos hablado en incontables ocasiones que Toyota es una de las marcas que más se presta a las modificaciones. Modelos como el Supra MKIV son auténticos iconos del mundo _tuning_, y aunque el diseño de serie ya era lo suficientemente espectacular, siempre han proliferado las modificaciones realizadas con este modelo. Con la llegada del nuevo Supra a buen seguro ocurrirá lo mismo.
Uno de los motivos de que el Supra (y otros modelos como el Corolla o el Celica) haya cobrado esta popularidad en la comunidad _tuning_ ha sido la gran cantidad de kits oficiales de personalización que Toyota ha puesto ha disposición de los propietarios. Y buen ejemplo son los complementos que ofrece la división deportiva de la marca nipona, TDR, disponibles incluso para los modelos más familiares como el híbrido por excelencia de Toyota, el Prius. Una forma de ir sobre seguro cuando queremos ir más allá en la personalización de nuestro automóvil.