El primer teaser que nos ofreció Daniel desde el salón de Ginebra era un nuevo Wiesmann que estaba totalmente tapado. Ese nuevo modelo no era otro que el Wiesmann GT MF5, la última especificación de estos singulares deportivos.
Continúa con la línea marcada por la marca en anteriores modelos (galerías también a continuación), pero con sutiles diferencias y un aspecto mucho más deportivo. Empezando por el frontal, los grupos ópticos difieren de los montados en el Wiesmann GT MF4 y las entradas de aire del paragolpes delantero.
Unas entradas que abastecen al motor BMW V10 5.0, que con sus 507 CV de potencia máxima, garantiza unas prestaciones a la altura de su estética. Unas prestaciones que se pueden resumir en sólo dos cifras, 3,9 segundos en el 0-100 km/h y 310 km/h de velocidad máxima.
Asociado al motor BMW encontramos una caja de la misma marca, un cambio secuencial SMG de siete velocidades que le permite tener unos consumos bastante contenidos para su potencia, ya que su consumo combinado se cifra en 14,8 L/100 km.
Del lateral habría que destacar las enormes entradas de aire situadas en las aletas delanteras y los pasos de rueda sobredimensionados del tren posterior, necesarios para albergar unos neumáticos con medidas 275/35 ZR19 montados sobre unas llantas BBS RS-GT de 19 pulgadas. Dentro de ellas, unos discos ventilados de 374 y 370 mm de diámetro (delante y detrás).
En la trasera, la doble salida central de escape y el alerón, necesario para generar la suficiente carga aerodinámica como para retener en el suelo el tren trasero, aumentan más si cabe esa apariencia deportiva que tiene.
Lástima que en todo momento que estuve en el stand estaba ocupado y no pude fotografiar el interior y meterme hasta la cocina, porque ese interior prometía y mucho, por lo poco que pude ver de él.
Del Wiesmann GT MF4 ya os hemos hablado y falta poco por decir, pero sí se puede hablar un poco de su interior, ya que hasta ahora, no lo había visto en persona.
El tacto del cuero sólo se puede definir como exquisito y como bien decía toni22m, el acceso al puesto de conductor no está hecho para alguien que sufra de la espalda, pero una vez dentro, la sensación es la de estar metido en un guante a tu medida.
Todo está orientado hacía el piloto y apenas cuenta con información frente al volante y todos las instrumentación se encuentra en la consola central. Así se gana en diseño y se vuelve al estilo clásico, pero igual no es lo más recomendable para un coche que puede circular a 280 km/h.
Por último, el Wiesmann Roadster MF3 no estaba en el stand, pero para no dejarlo apartado, os dejo con una galería de imágenes, cortesía de Wiesmann.