Si eres una de esas personas a las que les gustan los coches raros con cierto aire retro, seguro que el Plymouth Prowler está entre tus recuerdos. Nacido a finales de los años '90 como si fuera un coche parido por Hot Wheels, la firma americana se sacó de la manga un coche que homenajeaba de la forma más descarada a los primeros hot rod de la primera mitad de siglo.
Reinterpretando la esencia de aquellos míticos coches tuneados después de la Segunda Guerra Mundial y que sentaron las bases de la National Hot Rod Association (NHRA), el Prowler apareció de la nada casi como si fuera un concept car de calle para convertirse en un coche de coleccionistas.
Un coche entre 11.702 y un remolque entre 94
La estética fue su mayor baza al lucir un estilo sin concesiones, con una línea retromodernista de carrocería biplaza, afilada y muy baja, con las ruedas carrozadas, techo de lona, paragolpes volados delante con la suspensión al aire y un trasero para bailar twerking. Un estilo parecido al Chrysler PT Cruiser calificado por algunos como uno de los coches más desagradables de ver.
De hecho la parte estética fue su mayor reclamo, porque bajo el alargado capó se escondía un relativamente modesto motor de seis cilindros en uve de 3.5 litros asociado a una caja de cambios automática de cuatro velocidades cuya potencia se quedó en unos escuetos 217 CV cuando apareció en el mercado en 1997.
Poco después, el Plymouth Prowler sabedor de su talón de Aquiles aumentó algo más la potencia de su propulsor hasta alcanzar los 257 CV, bajando de 7,2 a 5,9 segundos en el 0-100 km/h y alcanzar una velocidad punta de 203 km/h.
La escueta tirada de Prowler se quedó en 11.702 unidades antes de cesar su producción en el año 2002. Si siempre soñaste con hacerte con uno de estos atípicos coches ahora tienes una oportunidad de oro porque ha salido a subasta una unidad de 1999 que cuenta con sólo 134 millas (215 km) en su odómetro y sólo ha tenido un propietario en sus casi 20 años de vida.
Sí, efectivamente, está nuevo y por si no fuera lo suficientemente raro, este coche además viene con el remolque opcional que Plymouth comercializó del que sólo se fabricaron 94 en el mismo color rojo brillante que luce el Prowler. También casete, llantas con acabado cromado e incluye toda la documentación original y es lógico, porque está impoluto.
La subasta de Mecum Auctions será el próximo 17 de mayo en Indianapolis (Estados Unidos) y su precio no se ha estimado, pero seguro que no va a ser barato.