Cuando pensábamos que lo habíamos visto todo, alguien ha pagado 87.000 dólares por un Volkswagen Golf mk2 GTI 16V de 1992, el equivalente en euros a casi 81.000 euros al cambio actual.
Es una cifra astronómica para este modelo, sobre todo, tratándose de una unidad que no tiene nada realmente especial, puesto que, pese a ser un tres puertas con el motor 1.8 16V de 139 CV, es de los últimos que se fabricaron (están menos valorados que los primeros), no tiene un kilometraje excesivamente bajo y tampoco está impoluto.
Pero los caminos de la especulación son inescrutables, como se ha demostrado en tantas ocasiones a lo largo de los últimos años. Y, si alguien pide casi 70.000 euros por el nuevo Honda Civic Type R en España, ¿por qué no se iba a vender este Golf por lo que cuesta un Porsche 718 Boxster T nuevo?
No es la mejor unidad
Ya sabemos que el precio de los coches nuevos está disparado, pero también el de los modelos de segunda mano. Y es que la especulación ha afectado a absolutamente todos los coches que sean mínimamente especiales.
Y existe a todos los niveles, puesto que cualquier BMW Serie 3 E36 con motor de seis cilindros ya cuesta más de 5.000 euros, aunque haya tenido ocho dueños y acumule más de 300.000 km en el odómetro. Se ha convertido en algo normal que un Peugeot 205 GTi cueste más de 15.000 euros y los automóviles más icónicos no dejan de batir récords en las subastas.
Porque no se pedirían esas cantidades si no se pagasen y lo cierto es que siempre hay gente dispuesta a pasar por el aro. Solo hay que ver el Mercedes-Benz 300 SLR que se vendió el año pasado por 135 millones de euros, convirtiéndose en el coche más caro de la historia.
A un nivel mucho más bajo, se ha normalizado que ciertos modelos tengan un precio mucho más elevado que el que tenían hace no muchos años. Son coches especiales, pero en la cultura popular se han idealizado demasiado, hasta el punto de que sus tarifas rozan lo absurdo en muchas ocasiones.
Lo malo es que cada vez son más los modelos que se suman a esta lista, por lo que comprar uno a un precio justo se ha convertido en una odisea. Es el mercado, amigo.
Me refiero a coches como los citados Peugeot 205 GTi y BMW Serie E36, pero también al BMW Serie 3 E30 (incluso ya al E46), el Renault Clio 16V, el Fiat Uno Turbo, las dos primeras generaciones del Mazda MX-5 o las dos primeras entregas del Volkswagen Golf GTI.
Si se trata de ediciones especiales de cualquiera de ellos, la cosa se desmadra todavía más. Pero esto último es más normal porque un Volkswagen Golf mk2 Rallye es algo muy especial, de la misma forma que un Renault Clio Williams o un BMW M3 Cecotto. En cambio, no es tan lógico que un BMW 318IS coupé de 1990 con 250.000 km esté a la venta por 14.000 euros, por muy divertido que sea de conducir.
Por eso se habla de que el mercado de segunda mano es una locura. Pero ya nos ha quedado claro que siempre hay margen para más y el mejor ejemplo de ello es el Volkswagen Golf GTI mk2 16V que ha subastado Bring a Trailer por 87.000 dólares.
Es un precio increíblemente alto incluso para un Golf Rallye, de hecho, en estos momentos hay uno a la venta en España por 32.300 euros con 114.000 km. Tampoco se trata de un exótico G60 ni de un raro Golf Syncro, simplemente es un Golf GTI con el motor más potente de los dos que podía llevar en la época (8V de 112 CV o 16V de 139 CV) y la carrocería de tres puertas.
Entonces, ¿por qué se ha vendido tan caro? Pues lo cierto es que es absurdo intentar responder a esa pregunta, al menos desde el punto de vista de la lógica. Simplemente ha habido alguien dispuesto a pagar esa cifra por esta unidad y lo ha hecho. Cada uno con su dinero hace lo que quiere.
Originalmente, esta unidad se vendió en Texas (Estados Unidos) y luego se exportó a Europa, concretamente a los Países Bajos, donde pasó la mayor parte de su vida, aunque luego volvió a su país natal.
Tiene 53.000 millas, es decir, algo más de 85.000 km, y este año cumple 31 años, puesto que es de 1992. Es un tres puertas de los denominados “paragolpes anchos” y monta unas llantas BBS que le sientan como anillo al dedo. Por eso es habitual ver a estos coches con ellas.
Por dentro destacan los asientos Recaro (no son los eléctricos que podía llevar este modelo), aunque el del conductor está desgastado en la parte lateral izquierda, algo habitual en estas butacas, pero no en una unidad que cuesta más de 80.000 euros.
Tiene aire acondicionado y techo solar, pero faltan opcionales, como los elevalunas eléctricos. La radio tampoco es original de Volkswagen, aunque es una Philips de la época, por lo tanto, hay unidades mejor equipadas. En el anuncio de Bring a Trailer tampoco se especifica si lleva dirección asistida.
En cuanto al mantenimiento, se le cambió el aceite en 2022, pero el último cambio de la correa de distribución fue en 2012, por lo que ya va tocando poner una nueva. Aunque, por lo que ha costado, no será una preocupación para su nuevo dueño.
Imágenes: Bring a Trailer
