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"Sal y dime si viene alguien”: así te ayudará un radar de corto alcance a salir del aparcamiento

A pesar de que las últimas tendencias van en la dirección de sacar los coches particulares del centro de las ciudades, vivimos en un mundo donde cada vez hay más vehículos. Por poner un ejemplo, Alemania tiene ahora 1 millón de automóviles más en las carreteras del país que el año anterior, alcanzando la espectacular cifra de 45 millones de vehículos.

Las infraestructuras no se adaptan con el ritmo suficiente a un tráfico cada vez mayor. Entrar en el centro de muchas ciudades del mundo con el coche se ha convertido en una verdadera locura, ya que el entorno de conducción es cada vez más complejo y la posibilidad de tener un accidente, mayor. A esta problemática hay que sumarle que los coches son cada vez más grandes, y no solo por la tendencia al alza en las ventas de SUV, sino porque incluso el mismo modelo ha ido creciendo de forma significativa con el paso de los años con la llegada de nuevas generaciones.

¿En qué se traduce meter más coches y más grandes en el mismo espacio? Pues claramente, a que haya mayor número de accidentes. Perder un momento la concentración es suficiente para darse un golpe.

La mayoría de los accidentes se producen maniobrando

Según un proyecto de investigación realizado por expertos del Allianz Center for Technology, uno de cada dos accidentes en Alemania está relacionado con el estacionamiento y la maniobra, y tres cuartas partes de estos accidentes ocurren mientras se da marcha atrás en el aparcamiento.

Teniendo en cuenta que hablamos de aparcamiento y maniobra, podemos pensar que son accidentes que solo implican chapa y pintura, pero no es así. En 2010, la Administración Nacional de Seguridad en el Tráfico en las Carreteras de los Estados Unidos (NHTSA) citaba una cifra de 210 muertos y 15.000 heridos por año debido a este tipo de accidentes.

Los expertos consideran que buena parte de esos accidentes podrían evitarse si los vehículos equipasen tecnología de visión trasera. En ese sentido, Estados Unidos es un país pionero, ya que todos los vehículos nuevos a partir de 2018 estarán obligados a equipar cámara de visión trasera. En cambio, en la Unión Europea solo están obligados a equiparla los vehículos de peso superior a 3,5 toneladas y para los autobuses desde 2007.

La cámara trasera está bien, pero ya hay sistemas más avanzados

Lo cierto es que la cámara trasera resulta de gran utilidad y mejora notablemente la visión del conductor. Sin embargo, estos sistemas relativamente sencillos basados en vídeo solo monitorizan el área inmediatamente detrás del vehículo y son puramente pasivos. Gracias a los avances tecnológicos, se tiende hacia sistemas más sofisticados.

Estos sistemas están basados en cámaras y radares, así como sensores de visión envolvente capaces de mostrar una vista panorámica (hasta 360 grados) de los alrededores del vehículo en una pantalla dentro del vehículo.

En ese sentido, Continental ha desarrollado una ayuda de estacionamiento conocida como Rear Cross Traffic Alert (RCTA) basada en dos sensores de radar de corto alcance. Estos dos sensores están ubicados detrás del parachoques de plástico, en las esquinas traseras derecha e izquierda del vehículo.

Hablamos de dos sensores muy potentes que pueden calcular de manera fiable la trayectoria de un obstáculo que pueda cruzarse en el camino. Un ejemplo claro sería de detectar el tráfico cruzado al salir marcha atrás de un estacionamiento, pero también pueden usarse para detectar vehículos en el ángulo muerto durante la marcha. Los sensores monitorizan estos puntos ciegos, avisando al conductor con una advertencia en caso de que haya peligro por colisión.

El siguiente paso, la visión envolvente

El siguiente paso a estos sensores será la utilización de un sistema conocido como Back-up Assist, el cual utiliza tecnología de visión envolvente basada en cámaras de ojo de pez, las cuales tienen un ángulo de apertura de más de 180 grados.

Gracias a esta tecnología, se puede conseguir una visión de 360 grados del entorno del vehículo. Esta tecnología ya se ha utilizado para para proporcionar asistencia de estacionamiento, pero el Back-up Assist quiere ir un paso más allá.

La unidad electrónica de control de visión envolvente está conectada al sistema de freno electrónico del vehículo, permitiendo que el vehículo se frene automáticamente si no fuera posible evitar la colisión con el objeto identificado.

Por el momento, la tecnología Back-up Assist está limitada a su uso durante el estacionamiento, pero también podría ser utilizada en un futuro para aplicaciones de tráfico cruzado.

Todos estos sistemas son de gran ayuda para disminuir las consecuencias negativas de las pérdidas de concentración de los conductores. De esta forma, Continental se acerca más a su objetivo VisionZero de reducir drásticamente los accidentes.

Imágenes| iStock dnberty, Pixabay, Continental

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