Estos son los factores que usa tu compañía para cobrarte más barato el seguro de tu coche de segunda mano

A la hora de adquirir un coche uno de las cosas que más hay que tener en cuenta es el precio del seguro, ya que supone una importante cantidad de dinero que se debe de pagar anualmente.

Para poder circular con el coche es un requisito fundamental tener seguro. La cuota anual puede variar en función del perfil del conductor, el coche y sus características y, por supuesto, el tipo de póliza que concretemos.

El perfil del conductor

Una de las cosas que más tienen en cuenta las compañías de seguros es el perfil del conductor, de hecho, existen compañías que no aceptan a ciertos conductores o que hacen que la cuota que deben de pagar sea casi prohibitiva.

Las compañías tienen en cuenta el número de años con el carnet de conducir y también la edad del conductor (independientemente de la experiencia que tenga al carnet). Cuanto más años tenga de carnet, más barato será. Si el conductor tiene menos de 25 años, también tiene que pagar más por su seguro.

Pero no solo se fijan las compañías de seguro en las características del propio conductor, también se fijan en el contexto en el que va a usar el coche. Si la zona de residencia tiene una alta siniestralidad o si el conductor tiene un empleo en lo donde es más probable tener accidentes también subirá su cuota. También es muy importante dónde se aparca el coche, teniendo que pagar más aquel que deja el coche en la calle que el que lo aparca en un garaje. Dentro de los que aparcan en garaje, se pagará más si se posee un garaje particular que uno comunitario.

El historial es otro punto que miran. Si el conductor ha perdido puntos de carnet o si ha tenido varios siniestros, el precio del seguro también va a subir.

Muchas compañías rebajan el precio de la cuota por fidelidad, es decir por llevar muchos años utilizando la misma empresa de seguros.

El vehículo y sus complementos

El valor que tiene el vehículo influye directamente en el precio del seguro, un coche más caro va a tener, como es lógico, que pagar más por su seguro. Este valor se va a ir reduciendo con el paso de los años, por lo que la antigüedad también va a ser un aspecto clave, los coches más nuevos tienen seguros más caros.

Los seguros también tienen muy en cuenta la potencia del coche, ya que consideran que el riesgo de accidentes es directamente proporcional a la potencia que tenga el coche. A más potencia, más riesgo de accidentes y, en consecuencia, más caro el seguro.

Los complementos que tenga el coche también hacen incrementar el valor del mismo, por lo que, en muchas ocasiones, también hacen que incremente el precio del seguro. Llevar pantalla multimedia, faros de Xenón, GPS o llantas de aleación hará que el seguro sea más caro. No hace falta que estos componentes sean de serie o si los has añadido a posteriori, en este segundo caso si quieres que estén asegurados, se lo deberás comunicar al seguro que decidirá si los mete en la póliza incrementando su precio.

Que el coche tenga a alarma o localización GPS son dispositivos que hacen más difícil el robo, por lo que las compañías lo suelen tener en cuenta para rebajar la cuantía del seguro.

El tipo de seguro

Las compañías ofrecen varios tipos de pólizas que podemos agrupar en dos grupos: a todo riesgo y seguro a terceros. Como es lógico, cuanto más riesgos cubra el seguro, más caro va a ser. De todos modos, al contratar un seguro debemos leerlo y comprenderlo bien para saber qué cosas cubre y que no.

Los seguros a todo riesgo son los más completos, además de los daños ocasionados a terceros también incluyen los que pueda tener nuestro propio coche, incluyendo aquí daños menores como pequeñas abolladuras o arañazos en la pintura hasta los daños más graves.

Una variante de este seguro es el seguro a todo riesgo con franquicia, en el caso de ser culpable de un siniestro, la compañía pone una cantidad fija que el propietario tiene que pagar, el resto se hará cargo el seguro, por esta razón es más barato. Si la franquicia es de 300 euros y la reparación cuesta 1.000 euros, el propietario pagar´a 300 euros y los 700 euros restantes irán a cuenta del seguro. Pero, en este mismo ejemplo, si la reparación cuesta 320 euros, el seguro pagará solo los 20 euros que le corresponden. En este tipo de seguros hay que prestar atención sobre dónde se aplica la franquicia, las compañías dividen el coche en partes y, muchas de ellas, aplican la franquicia sobre cada una de las partes, por lo que si la reparación implica a dos partes, hay que pagar dos franquicias.

El seguro más básico es el seguro a terceros que solo cubren los daños a otro vehículo en el caso de que seamos culpables de un accidente, teniendo que hacernos cargo de los costes de reparación de nuestro vehículo. Sobre esta modalidad está el seguro a terceros ampliado que puede ampliar la cobertura para cubrir por ejemplo las lunas, el robo del coche o los daños ocasionados por un incendio.

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