A día de hoy, un coche usado en EE.UU tiene casi el mismo precio que cuando salió nuevo: el importe de los automóviles y vehículos de segunda mano se ha disparado en Norteamérica respecto a antes de la pandemia.
El por qué lo encontramos esencialmente en la crisis de microchips, que ha ahogado la producción de coches durante todo 2021 y que seguirá estando presente este recién inaugurado año. Aunque no es lo único, ya que también hay escasez de materias primas así como de transporte. La sombra de la Covid-19 es alargada.
Al final es una cuestión de oferta y demanda: si los nuevos no llegan, enfrentándose a ingentes cuellos de botella, los usados son más demandados y por tanto suben de precio.
Así, el mercado europeo ha seguido el mismo camino como también lo ha hecho el español, aunque sin llegar al incremento de EE.UU. Sea como fuere si continúa la escasez de semiconductores la tendencia seguirá siendo al alza.
El precio de los usados ha subido casi un 40 % en Norteamérica
Los precios de los coches y vehículos de ocasión en EE.UU han ido subiendo su precio mes a mes en todo 2021 hasta llegar a nada menos que un incremento 37,3 %, según datos de la Oficina de Estadísticas Laborales de EE.UU y de las que se hace eco EFE.
Esta subida ya se comenzó a notar en 2020, de hecho en junio de aquel año se registró la mayor, que fue del 10,5 %. Y en los primeros seis meses de 2021 la subida del precio medio de usados ya superaba el 31 %.
Donde más se está apreciado en los segmentos más demandados, sirvan como ejemplo las pick-up usadas, que aumentaron su precio un 45 % entre enero y junio de 2021, pasando a una media de 36.852 dólares, o los SUV, que hicieron lo propio en un 32 % fijándose su precio medio en 34.779 dólares.
Los compradores se enfrentan en este país a un panorama desolador, con coches usados casi al precio de los nuevos, lo que a la postre supone que las economías más pudientes no pueden asumir la compra de un automóvil.
Los coches usados en España, un 11,4 % más caros y con cada vez menos seminuevos
No solo en Norteamérica, en general el mercado de usados vive su particular bonanza con la escasez de coches nuevos, que sufren elevados tiempos de espera por la crisis de microchips y otras derivadas de la pandemia.
En Europa, la subida ha estado en torno al 20 % en 2021. Por ejemplo en noviembre, según un análisis de AutoScout24 y que recoge Carscoop, los compradores europeos estaban pagando un 18 % más de media por un automóvil de ocasión en noviembre de 2021 respecto al mismo mes de 2020, concretamente unos 3.700 euros más.
En el caso de España, la Asociación Nacional de Comerciantes de vehículos (Ancove) sitúa el aumento de precio en un 11,4 % el año pasado en comparación a 2020: un coche que entonces podría costar de media unos 10.554 euros ahora está disponible por 11.912 euros.
Por comunidades, los de precio más elevado los encontramos en la Comunidad de Madrid, siendo el precio medio de los coches de segunda mano de 13.902 euros. A esta región la siguen Castilla-La Mancha y La Rioja, con 12.234 y 12.171 euros de media, respectivamente. Los más baratos los encontramos en las Islas Canarias, con una media de 10.050 euros.
Y lejos de cambiar, esta tendencia se mantendrá en 2022 y las previsiones es que sea más acusada, pues la crisis de semiconductores seguirá ahogando la producción de coches. No en vano por ejemplo Intel no fija el regreso a la normalidad hasta 2023. Esta depresión a escala mundial impedirá la fabricación de entre ocho y nueve millones de vehículos.
Por lo tanto es de esperar que el precio de coches usados siga subiendo en España como está ocurriendo en el resto de mercados, pues al final un seminuevo o un usado supone tener un coche de inmediato y ahorrarse las largas listas de espera para estrenar un modelo nuevo.
Y es que esta crisis supone por ejemplo que las empresas de renting y de rent-a-car no puedan renovar sus flotas, por lo que sus modelos se mantienen y no pasan al mercado VO como seminuevos, lo que a la postre supone un incremento de precio de los disponibles al reducirse la oferta.
Por ejemplo, en el mercado de usados encontramos un SEAT León seminuevo, matriculado en 2019 y con 25.200 km, que se ofrece por 23.999 euros. En comparación a cuando se vendía nuevo se traduce únicamente 3.200 euros menos (costaba sin descuentos 27.230 euros).
Otro Kia Stonic, con motor de 84 CV, en acabado Drive Eco-Dynamics y de 31.600 km hace lo propio en 15.490 euros, cuando este modelo nuevo se vendía por 19.230 euros sin ningún tipo de oferta aplicada, lo que supone únicamente unos 3.700 euros de ahorro.
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