Cuando uno se va a probar un coche nuevo siente siempre cierta emoción, por la novedad y por la curiosidad de saber cómo es el coche. Cuando este lleva un tiempo anunciándose e implica cierta espera, la emoción aumenta, pues da tiempo a ir pensando qué se puede esperar de él, pero en el caso del Tesla Model S, modelo con un listón muy alto y que es referencia hablando de coches eléctricos, la emoción es aún mayor.
En enero cuando estuvimos en Detroit y tuvimos la oportunidad de probar el nuevo Ford Mondeo Híbrido y el Ford Focus eléctrico, reconozco que nos quedamos con la ganas, aprovechado el viaje a EE.UU., de probar el Tesla Model S. Ahora, en Ibiza, sí hemos podido conducirlo. Las primeras impresiones sobre su motor y potencia ya las conocéis. Entremos entonces en más detalles.
Tesla Model S: es un coche realmente bonito
Ya se sabe que sobre gustos no hay nada escrito, y que un coche que puede gustar a unos, puede no gustar nada a otros. Pero lo cierto es que en fotografías el Tesla Model S ya tenía muy buen aspecto y atraía la mirada, pero en persona resulta que todavía resulta más atractivo. Parecía bonito, y en directo, lo es todavía más.
Es una berlina de cinco puertas muy grande, de 4,97 m de largo, con línea coupé y muy aerodinámica, con un coeficiente de resistencia de solo 0,24. La parte frontal es bastante afilada y la parte posterior desciende con suavidad desde el techo, reforzada con una línea de cintura que se eleva y anchos pasos de rueda.
El resultado del trabajo de diseño de Franz von Holzhausen, que estuvo antes en Volkswagen, en General Motors y en Mazda, es un coche con una imagen deportiva, proporcionada y moderna, que para algunos puede tener ciertas reminiscencias de ciertos deportivos ingleses, que hace que la gente se gire al pasar el coche e incluso se detenga a verlo de cerca.
Los detalles en cromo brillante en la parrilla frontal, en los espejos, en el perímetro de las ventanillas, en los estribos, en los tiradores de las puertas y en el portón del maletero añaden un toque de elegancia equilibrado, muy razonable en un coche de estas características, y sin llegar a saturar.
El pequeño y discreto spoiler posterior en fibra de carbono, de serie en la versión Performance que hemos probado (la más potente), pero no disponible en la versión Model S a secas, le queda muy bien, e incrementa lo justo el toque deportivo del coche.
Las gigantescas llantas de aleación de 21 pulgadas con neumático de perfil muy bajo, con diseño de álabes de turbina, le quedan también muy bien, pero son opcionales. En Europa cuestan 3.850 euros más IVA (o sea 4.658,50 euros, ahí es nada). Están disponibles en gris claro plateado o en gris oscuro grafito. De serie vienen unas llantas de aleación de 19 pulgadas, de cinco radios dobles en gris claro plateado, que tampoco se quedan pequeñas, todo sea dicho.
Los faros delanteros con LEDs en la luz de marcha diurna y en los intermitentes son de serie, que además sean de xenón es opcional. Los pilotos posteriores son enteramente LED.
El techo solar panorámico de vidrio, dividido en dos mitades, es opcional. Cuesta 1.325 euros más IVA (1.603,25 euros). Se emplea un vidrio de protección solar, muy tintado y que bloquea el 81% del calor. La parte delantera se puede abrir desde la pantalla táctil.
Cuero, napa, alcántara, cromo, aluminio y madera
La habitabilidad de un coche con una distancia entre ejes de 2,96 m no puede ser mala. El interior es espacioso y muy ancho. Las plazas delanteras son muy cómodas y los asientos tienen una dureza media, con bastante apoyo lumbar. Los asientos son de ajuste eléctrico y calefactables. Que además tengan memoria, es opcional.
Los reposacabezas están integrados, y los asientos tienen un diseño bastante deportivo, sin embargo, y aunque la sujeción lateral es buena, en la práctica no son tan deportivos como parecen, y podrían tener algo más de sujeción en la banqueta.
La tapicería de cuero es opcional según la versión. En las versiones Model S de serie viene una tapicería textil de microfibra, con detalles en cuero sintético, solo en la versión Performance se incluye de serie. La unidad que hemos probado era americana, y venía equipada además con el paquete de cuero extendido, para que salpicadero y puertas, también las partes inferiores, vengan revestidas de cuero napa. En Europa se incluye de serie.
Con tanto cuero, napa, alcántara, cromo, aluminio y madera la calidad de acabado percibida es muy alta.
El reposabrazos central delantero, dividido en dos mitades, puede quedar un poco alto para algunos conductores, y no se regula. Sí se puede deslizar hacia atrás, descubriéndose entonces dos sujetavasos.
La prolongación de la consola central es un gran cajón tapizado sin más. De manera opcional se puede incluir un cofre con tapa que eleva y cubre este cajón.
Las plazas traseras están pensadas para llevar a tres pasajeros. A esto ayuda el hecho de que el suelo es plano y no hay túnel central de transmisión. El espacio longitudinal para las piernas es muy bueno, y la anchura también, sin embargo debido a la línea coupé del coche, y a que el techo baja bastante para tener mejor aerodinámica, la altura libre al techo es un poco justa, y una persona de 1,80 m tocará en el techo si no tiene cuidado.
Detrás se puede echar en falta un reposabrazos central y pensando en el tipo de coche que es el Tesla Model S (segmento E, premium), un sistema de control independiente de la climatización para las plazas posteriores.
El techo revestido en alcántara también es opcional en Estados Unidos, y de serie aquí. Los detalles decorativos en madera brillante en la unidad que hemos probado, tampoco son de serie en todas las versiones. Los Model S llevan decoración en negro brillante, mientras que en el Performance puede ser también en fibra de carbono, en madera de Abachi brillante o mate y en madera de sicómoro americano.
Interior gobernado por la pantalla táctil de 17"
Hay dos cosas que destacan cuando uno se va a poner al volante del Tesla Model S, y son que no hay que apretar ningún botón ni para entrar al coche, ni para arrancarlo, y la otra es la enorme pantalla central. Os hablamos precisamente de ello en Xataka. Al sentarse llama la atención la gran pantalla LCD táctil capacitiva de 17" que ocupa la consola central, y que sustituye a los botones del equipo de sonido, climatizador, navegación GPS y otros mandos, que habría normalmente ahí.
Es una pantalla de alta resolución con mucho brillo, que se ve bien incluso con mucho sol y reacciona bien a las pulsaciones. Los mandos del climatizador bizona están siempre en la parte inferior, y una vez acostumbrado he tenido la sensación de que no tenía que apartar la vista de la carretera demasiado.
Tema aparte es dominar todas las funciones que permite el sistema, pero al menos el menú de controles del coche y el climatizador, se pueden utilizar con facilidad. Os contaremos más detalles en un próximo artículo en Xataka.
Gustará a unos, y disgustará a otros, lo cierto es que el diseño del salpicadero del Tesla Model S está muy condicionado por esta rectangular pantalla, que le da un aspecto un poco cuadrado al mismo.
El cuadro de instrumentos es también una pantalla LCD a color de 12 pulgadas. Es igualmente de alta resolución y también se ve muy bien. Se divide en tres partes verticales, con la velocidad y nivel de potencia y regeneración en el centro, en una esfera digital, y dos partes más, una a cada lado de esta, que son configurables. Pueden mostrar consumos, las indicaciones del navegador GPS, información del equipo del sonido, etc.
Dos maleteros y hasta 5+2 plazas
Lo explicaré mejor en la segunda parte de la prueba, pero como muy probablemente sabéis, el Tesla Model S tiene las baterías debajo del suelo del habitáculo y el motor casi en el eje posterior, así que se aprovecha muy bien el espacio, y por eso tiene dos maleteros con un volumen total de 895 litros.
Delante, en lo que sería el vano motor tradicional, hay un pequeño maletero de formas un poco irregulares de 150 litros. Está totalmente tapizado. Cerrar el capó requiere cuidado, pues hay que apretar hacia abajo para que se quede bien anclado.
Detrás se encuentra un maletero muy grande, que además tiene doble fondo. Tiene en total 745 litros de volumen, y formas muy regulares. El respaldo de los asientos posteriores es además abatible en dos partes asimétricas. Sin embargo tiene una pega importante, no tiene cubierta de la carga, y lo que se lleve en el maletero se ve a través de la luna posterior. La cubierta es opcional y cuesta 250 euros más IVA (302,5 euros).
Este maletero permite que se coloquen dos asientos más para niños, que irán en sentido opuesto al de la marcha. Son opcionales y cuestan 1.325 euros más IVA (1.603,25 euros). Son dos asientos plegables que se ocultan en el doble fondo, y dejan libre la parte principal del maletero si no se usan.
Cuando se desplegan el doble fondo sirve para alojar las piernas de los niños, que irán sujetos con cinturones de seguridad de cinco puntos de anclaje. Estos asientos se pueden usar hasta aproximadamente diez años de edad y 1,30 m de altura.
La apertura y cierre del maletero puede estar automatizada, y abrirse y cerrarse simplemente pulsando un botón, si se monta el paquete Tech, opcional, que incluye también varios elementos más.
Continuará...
ACTUALIZACIÓN: Ya están publicadas la segunda y tercera partes de este artículo | Tesla Model S, prueba e Ibiza (parte 2), (parte 3).
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