Quizá eso de llevar 111.000 euros encima te suene tanto a ciencia ficción como al que esto escribe, así que nos situamos en el terreno de la imaginación. ¿Y si los tuvieras? ¿Comprarías un Volkswagen XL1 por 111.000 euros? Ese es el precio que ha publicado WirtschaftsWoche, con las debidas reservas rumorísticas y atribuyendo las posibles adquisiciones del mechero alemán a coleccionistas.
Nada de producir el biplaza de los 0,9 l/100 km de forma masiva. De momento, hay 50 unidades recién salidas de Osnabrück, y se esperan otras 200 para primavera de 2014. Entonces acabará el proyecto. Desde Volkswagen se concibe el XL1 como una demostración de capacidades de cara a un modelo de negocio específico, aunque ahora la prioridad sean los eléctricos de Frankfurt.
Es curioso, porque en Wolfsburgo parecía que nada se movía con el tema de los híbridos y los eléctricos, de repente surgen ambos proyectos y la marca tira por la vía de negocio que está más verde (y lo de verde no es como sinónimo de ecológico). Aparcado quedará un proyecto de coche híbrido enchufable que, aunque tentador, es extremadamente caro de producir.
¿Implica este coste de producción un precio necesariamente desproporcionado? Como comenta nuestro compañero Ibáñez en Motorpasión Futuro utilizando el ejemplo de BMW, incorporar materiales caros no tiene por qué estar reñido con ofrecer precios razonablemente atractivos. En el caso de Volkswagen, habría que ver cuáles son las prioridades reales de la marca para relevar a sus motores tradicionales. Durante años ha parecido que no tenían. Y ahora, más de lo mismo.
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