Seguro que a muchos el concepto “coche híbrido“, os suena nuevo como si fuera cuestión de los últimos diez años. Quizás se deba a que no hace tanto tiempo que se ha reconocido la realidad del cambio climático a nivel mundial y la necesidad de usar otros tipos de energía más limpia. Pues bien, puede que os llevéis una sorpresa si os decimos que no se trata de algo tan reciente. ¿En qué pensáis al leer lo siguiente? Porsche Semper Vivus. La primera palabra ya nos suena ¿no?.
La cuestión es que se trata del primer coche híbrido de producción de la Historia, que un joven de 24 años, un tal Ferdinand Porsche creó en su mente y llegó a construir nada menos que en el año 1900. Sí, habéis leído bien. Este vehículo fue una gran innovación y yo diría que adelantado a la época en que apareció, lo que acabó limitando quizás su puesta en escena.
Hablando sobre la hibridación, con anterioridad se lograron ideas y modelos por parte de personajes como el británico L. Epstein o el español Emilio de la Cuadra pero duraron poco tiempo por diferentes razones y no llegaron a lanzarse en cantidad significativa. Esta es una de las diferencias que hace considerar al Semper Vivus como primer híbrido del mundo, que fue reconocido y lanzado de manera importante. La traducción de su nombre significa “siempre vivo”.
La historia del Porsche Semper Vivus
Siendo tan joven, el creador de la mítica marca pasó a formar parte de la compañía K.U.K Hofwagenfabrik Jacob Lohner & Co, que fabricaba carruajes tirados por caballos para gran parte de la realeza europea. Allí, Porsche, de la mano del visionario propietario, Jacob Lohner, expuso su destreza e ideas para desarrollar vehículos con motores eléctricos, que por entonces era la tendencia común.
El primer resultado, bautizado Lohner-Porsche contaba con una tracción eléctrica delantera mediante dos motores ubicados en cada una de las ruedas que producían 7 CV de potencia, que permitían alcanzar los 50 km/h ofrecida por la batería de 44 células recargables de 300 Ah y 80 V. Sobre esto, Porsche decidió aprovechar el rendimiento del motor térmico a fin de mejorar mayor problema, la escasa autonomía.
Y en este punto es cuando vio la luz el Lohner- Porsche Semper Vivus, considerado el primer coche híbrido de producción del Mundo y a la vez de los primeros de tracción delantera. Se mostró por primera vez el 14 de abril de 1900 en la Exposición Mundial de París y sorprendió gratamente a los aficionados del automóvil. Ahora ya, siendo un hito de la innovación en su tiempo me complace dedicarle este post.
Sus características
El diseño consistía en dos motores de combustión en la parte central del coche que producían energía hacia las baterías que absorbían los picos de consumo y producción y que podían guardar la electricidad por un corto espacio de tiempo. De ahí se alimentaban los dos motores eléctricos metidos en las ruedas del eje delantero.
Decir que tenía una autonomía de 64 km con las baterías, como la del actual Chevrolet Volt u Opel Ampera parece increíble. Otro detalle es que no había conexión mecánica entre el motor térmico y las ruedas, así que no necesitaba transmisión o embrague. Su rendimiento era realmente bueno: 83%.
Digno de mención era el silencio absoluto con el que se movía salvo cuando tenían que entrar en acción los motores de gasolina, arrancados por la misma dinamo que ayudaba a cargar las baterías y que tenían ruido constante. La dirección era bastante dura comparada con lo conocido hoy al igual que el pedal de freno con el que se paraba.
Fue tan buena la acogida de este coche que incluso llegó a haber una versión de competición que llegó a participar o una 4×4 en 1903. Otra sorpresa más sí, el primer coche con tracción total fue un híbrido. Llegaron a construirse 300 unidades, hasta que el interés en la economía del petróleo obligó a parar su producción. Los Lohner- Porsche se dejaron de fabricar en 1906.
Tras este recorrido, hoy veo al Vivus como uno de los primeros intentos de vehículo ecológico justo antes de que la fuente de energía no renovable más conocida del siglo XX empezara a crear dependencia mundial. ¿Cuando menos curioso no? Ahora, 111 años después, este coche se ha reconstruido y exhibido en el reciente Salón del automóvil de Ginebra 2011.
La réplica del modelo, funciona de la misma manera que aquel de comienzos del Siglo XX. Para lograr un modelo exactamente igual al de aquellos años, los restauradores de la compañía han estado trabajando cuatro años. Si alguna vez voy por Stuttgart, entraré sin duda a ver esta joya al Museo de Porsche.
Fotografía | Autoviva
Más información | Porsche
En Motorpasión | Historía del coche híbrido: los pioneros