En aeronáutica hace años que se utiliza el denominado fly by wire o vuelo por cables. Mediante complejos algoritmos, el ordenador central del avión procesa las ordenes que el piloto da sobre la palanca de mandos y las traduce en movimientos del aeroplano, todo ello sin contacto mecánico entre el timón de mando y los elementos direccionales.
Este concepto se ha extendido hasta otros medios de transporte, siendo el sector naval el siguiente en adoptarlo, pero ha sido Nissan la primera compañía automovilística que va a implementar un sistema de drive by wire. Audi ya presentó hace tiempo un concepto similar, pero no se ha hablado de su instalación en ningún vehículo.
Este sistema hace que mediante el giro del volante se emite una señal eléctrica que es procesada por una centralita y que mueve las ruedas en consecuencia; sin conexión mecánica entre el volante y las ruedas. De esta manera, se consigue una conexión más rápida entre el movimiento que realiza el conductor sobre el volante y lo que las ruedas hacen sobre la carretera, sin necesidad de relaciones de desmultiplicación ni complejas asistencias a la dirección.
Gracias a este sistema, se filtran las rugosidades de la carretera, realizando automáticamente pequeñas correcciones de la trayectoria para mantener la dirección deseada, llegando hasta el volante sólo aquellas sensaciones que nos son necesarias para la conducción.
Asociado a este sistema se encuentra una cámara frontal que va evaluando la carretera, de forma que se mejora la estabilidad lineal cuando se circula en línea recta. Esta cámara, situada en la base del retrovisor, visualiza la carretera por la que se circula, identificando las líneas de señalización de la misma. De esta manera detecta los cambios en la dirección del vehículo y transmite esa información a las diferentes centralitas de control del vehículo.
Si el sistema detecta una discrepancia entre el análisis de la calzada y la posición de las ruedas, actúa reduciendo esa discrepancia contravolanteando él solo. Con esto Nissan pretende eliminar los tediosos efectos de conducir con viento cruzado, donde constantemente es necesario rectificar la dirección para mantener una trayectoria en línea recta.
Seguro que ahora a más de uno os saltan las dudas sobre qué pasaría si falla el sistema. Pues bien, Nissan nos dice que el sistema consta de un par de ECU que se encargan de llevar a cabo dichas maniobras. Si falla la primera entra en juego la segunda, y de fallar esta última (caso muy improbable de que fallen ambas a la vez) un embrague establecería una conexión mecánica para no perder el control del vehículo.
Esta innovación comenzará a instalarse durante el año que viene en determinados modelos de Infiniti, para ir posteriormente extendiéndose a una mayor amplitud de la gama.
Ahora queremos saber vuestra opinión, ¿conducirías un coche así, o prefieres sentir todas las sensaciones de la carretera? Déjanos tu respuesta en los comentarios.
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