Eléctrico, bestial y magnífico. Así es el Lamborghini Terzo Millenio, el superdeportivo del futuro
Hace algo más de un año, Lamborghini anunció que iniciaba una colaboración con los estudiantes y profesores del MIT (Massachusetts Institute of Technology) para desarrollar nuevas tecnologías aplicables a la automoción. El primer furto de esa colaboración ha sido desvelado hoy bajo la forma de un concept car, el Lamborghini Terzo Millenio. Y viene cargado de tecnología del futuro.
Con el Terzo Millenio, Lamborghini intenta responder a una pregunta aparentemente sencilla del director técnico de la marca, Maurizio Reggiani, ¿cómo será el superdeportivo del futuro? Y la respuesta es uno eléctrico, pero que no tiene nada que ver con los que hemos visto hasta ahora.
Eléctrico con supercondensadores
Lamborghini lleva tiempo centrándose en las sensaciones que producen sus coches más que en las prestaciones puras y duras como único objetivo. Y la estrategia les está funcionando (ya van 7.000 unidades fabricadas del Aventador y 9.000 del Huracán), así que la idea de un superdeportivo eléctrico ha de ser también diferente a lo que conocemos.
El Terzo Millenio debe poder efectuar cuatro vueltas del Nürburgring Nordschleife a fondo y recargar las baterías en pocos minutos. Y aún así, debe poder entregar las prestaciones y las sensaciones al volante que uno espera de un Lamborghini.
La colaboración con el MIT se centró en dos ámbitos: el almacenamiento de la energía y los materiales utilizados. Del primer apartado se encargaron el Profesor Mircea Dinca y sus alumnos. Y en lugar de optar por baterías, apuestan los supercondensadores. Éstos pueden entregar una gran cantidad de energía y al mismo tiempo recuperar la energía cinética. Además, los supercondensadores no envejecen tan rápido como las baterías, haciendo que sean ideales para los coches.
Los supercondensadores serían la panacea sino fuese que no ofrecen la misma densidad de energía que las baterías para poder usarlos en coches. Y es ahí donde el Profesor Dinca y su laboratorio entran en juego. Su objetivo es conseguir una densidad de energía para los supercondensadores similar a la de las baterías.
En el caso del Terzo Millenio, los supercondensadores alimentan cuatro motores eléctricos, lo que le otorga una tracción integral y un reparto de par motor salvaje. Cuatro motores por rueda no es novedoso, sin embargo la novedad radica en su ubicación. Normalmente, los ingenieros intentan que la masa del coche se concentre en el centro del coche, aquí Lamborghini pone los motores en las mismas ruedas, es decir a los extremos del coche. La idea es poder así dar libertad de expresión a los diseñadores y a los ingenieros de aerodinámica.
Fibra de carbono que se repara sola
En cuanto al apartado de nuevos materiales, el Profesor Anastasios John Hart, sus alumnos y Lamborghini trabajan en el desarrollo de una nueva carrocería en fibra de carbono capaz de almacenar electricidad. Esos paneles de carrocería utilizarán nanotubos -para almacenar la corriente- atrapados entre dos láminas de fibra de carbono. Vamos, que la carrocería sería una batería más del coche.
Por último, la carrocería y parte de la estructura en fibra de carbono se podría regenerar o arreglarse ella misma tras un pequeño choque gracias a micro canales que generan calor para derretir parte de al fibra y así tapar las posibles rajas.
Es un concept car puro y duro
Muchas de estas tecnologías están todavía en una fase muy embrionaria de desarrollo y nadie sabe si algún día, más o menos cerca en el tiempo, estarán disponibles. De momento, el Terzo Millenio es un concept car en el sentido más estricto.
Eso sí, tiene elementos más actuales, como el chasis realizado materiales compuestos forjados -una tecnología que lleva desarrollando en Seattle en su centro de I+D dedicado-. En este caso la fibra de carbono es troceada, moldeada y se le da forma en una prensa en lugar de cocerla en un horno, como lo hacen el resto de fabricantes. En la gama actual se aprecia esta fibra como elemento decorativo en muchos modelos ya que visualmente recuerda el mármol.
Por último no podemos pasar por alto el diseño realizado en interno por Lamborghini. A pesar de su claro aspecto futurista es indudablemente Lamborghini, conserva ese aire de familia con el resto de la gama (algo que no es tan evidente en un Aston Martin Valkyrie o un Mercedes-AMG Project One). El trabajo de aerodinámica, liberado de los imperativos de un coche de motor térmico es soberbio.
El objetivo del Lamborghini Terzo Millenio es romper las barreras actuales y que miremos al futuro, queriendo sentar nuevas bases de diseño. De hecho y a modo de guiño, los diseñadores incluyeron en una de las imágenes una maqueta del Lancia Stratos Zero de 1970.