NIO, el Tesla chino, fabrica su coche eléctrico número 50.000 mientras se asegura una inyección de capital estatal

NIO está consiguiendo despegar y salir del peligroso club-burbuja que conforman cientos de start-up chinas de coches eléctricos. Los últimos resultados de entregas son prometedores (+179 % en junio) y sus dos modelos eléctricos tienen buena acogida en el mercado chino. Hace unos días, salió de su fábrica en Hefei el NIO número 50.000: un ES8 blanco.

Mientras tanto, se está asegurando capital de los bancos estatales y ha firmado líneas de crédito con seis bancos nacionales por un valor de 1.300 millones de euros.

¿"Un exceso de optimismo"?

NIO quiere posicionarse como el primer fabricante de coches eléctricos premium dentro del mercado local, y para ello necesita el beneplácito no solo de inversores, sino también del Gobierno comunista. De momento, la inyección de capital le está viniendo de Anhui, al este de China, donde NIO tiene a todos sus prestamistas.

Son sucursales de bancos comerciales de propiedad estatal que, gracias al acuerdo de cooperación que le une con la capital, Hefei, han otorgado al fabricante las líneas de crédito.

Este anuncio puede disipar las preocupaciones de los accionistas sobre su liquidez, aunque recientemente Goldman Sachs ha rebajado la calificación del fabricante debido a lo que considera "un exceso de optimismo" ya que no ha habido "cambios sustanciales en el volumen", dice.

A corto plazo, el banco que 'gobierna el mundo' espera que NIO tenga suficiente efectivo para los próximos dos años gracias a esta inyección de capital, y cree que los ingresos pueden crecer un 80 % en 2020, un 86 % en 2021 y un 72 % en 2022.

A largo plazo, su éxito se basará en la tasa de adopción de vehículos eléctricos de China (ahora con pocos subsidios) y la capacidad de la compañía para posicionarse como la primera marca de vehículos de alta gama local de China, lo que podría permitirle aumentar el precio de sus productos, que de momento se reducen a dos.

En camino está el SUV compacto NIO EC6, cuya producción comenzó el febrero en China. De momento el fabricante asiático celebra que ha salido de su línea de producción el vehículo número 50.000, 783 días después de que saliera el primero.

Actualmente está construyendo sus vehículos en una empresa conjunta con JAC, y en junio volvió a batir récords de entregas, con 3.740 unidades.

Según datos de Forbes, los ingresos de NIO han crecido de alrededor de 720 millones de dólares en 2018 a alrededor de 1.120 millones en 2019, y seguirá en esta tendencia ascendente a medida que aumenten las ventas.

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