"Si no se llevan a cabo cambios radicales, las baterías que alimentan los vehículos ecológicos seguirán estando manchadas por abusos contra los derechos humanos".
Así ha hecho público Amnistía Internacional su rechazo hacia las violaciones de derechos humanos que consideran están vinculadas a la extracción de minerales con los que se fabrican las baterías de iones de litio de los coches eléctricos y los dispositivos electrónicos.
Un enfoque "viciado"
La ONG de derechos humanos cree que vender un producto ecológico ocultando realidades como el trabajo infantil o el daño medioambiental implica presentar a sus clientes "una elección falsa" y piden a las empresas revelar públicamente la información sobre cómo se previenen, identifican y abordan estos aspectos durante el ciclo vital de producción de sus baterías de iones de litio.
Hoy lanzamos nuestra visión para transformar la industria de las baterías de litio. 🔋🌱
— AmnistiaOnline (@AmnistiaOnline) 21 de marzo de 2019
"Existen serias preocupaciones sobre el impacto de la extracción de litio sobre los derechos humanos y el medio ambiente". - @ErikaGuevaraR
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Aprovechando la Cumbre Nórdica del Vehículo Eléctrico que se celebra en Oslo, la ONG ha recordado cómo la extracción de materiales como el cobalto están vinculada en muchas ocasiones a abusos contra los derechos humanos —como el trabajo infantil— en países como la República Democrática del Congo, donde se origina más de la mitad del cobalto a nivel mundial.
También ha alertado acerca de que las comunidades indígenas cercanas a las minas de litio en Argentina no son consultadas adecuadamente sobre los proyectos mineros en sus tierras y no reciben suficiente información sobre los impactos potenciales que puede tener en sus fuentes de agua, ya que la minería de litio consume importantes cantidades de agua.
De esta forma, ha 'retado' a los líderes del sector de los coches eléctricos a fabricar, en un plazo de cinco años, la primera batería del mundo "totalmente ética".
Sin embargo, Amnistía Internacional elogia a algunas empresas como Apple, Samsung SDI, BMW, Daimler y Renault por publicar datos sobre sus cadenas de suministro, y pide a las demás que hagan lo mismo.
Lo cierto es que compañías como Tesla han ido reduciendo a lo largo de los años el uso de cobalto en las baterías de modelos como el Model S y el Model X, pero de momento ningún país exige legalmente a las empresas que informen de las cadenas de suministro de este mineral.
Las grandes empresas alegan que rastrear el origen de los minerales que usan es poco menos que misión imposible por la complejidad de la cadena de suministro, pero que siguen una política de tolerancia cero hacia el trabajo infantil.