El gigante Airbus continúa con su estrategia de reducir emisiones contaminantes y confía en el hidrógeno como tecnología clave para desarrollar los primeros aviones de cero emisiones para el mercado comercial para 2035.
En este escenario, se ha asociado con el proveedor alemán ElringKlinger -que también 'navega' en la esfera de los coches eléctricos- para desarrollar un sistema de propulsión de pila de combustible de hidrógeno para aviones.
Nuevas formas de generar energía en el sector de la aviación
Tras la entrega de un prototipo de pila de combustible y un banco de pruebas personalizado este verano, el acuerdo a largo plazo hará que ElringKlinger y Airbus trabajen juntos para desarrollar y validar inicialmente pilas de combustible compatibles con la aviación "en los próximos años".
La pila de combustible compacta se basa en la tecnología de membrana de intercambio de protones y convierten la energía química en energía eléctrica utilizando hidrógeno y oxígeno.
El objetivo es que esta tecnología alcance una alta densidad, y esto se conseguirá, en teoría, gracias al uso de placas bipolares metálicas, así como soluciones de sellado de ensamblaje de membrana-electrodo.
¿Qué función tienen exactamente estas placas? Crear una interconexión eléctrica entre dos celdas. En otras palabras; transmiten la electricidad generada, suministran hidrógeno y oxígeno a las células y distribuyen el refrigerante.
El proveedor alemán proporcionará acceso a tecnología relevante para las pilas de combustible de hidrógeno y los componentes necesarios para las actividades de desarrollo dada su experiencia en el sector.
Según ElringKlinger, la empresa lleva investigando la pila de combustible 20 años y desde entonces ha actuado como proveedor de sistemas y componentes.
El CEO de la compañía da fe del "gran potencial de mercado" de esta tecnología dentro de la industria de la aviación, ya que un sistema de accionamiento eléctrico por batería alcanza rápidamente sus límites en largas distancias o aviones pesados.
De momento Airbus está probando e investigando una amplia gama de configuraciones y variantes tecnológicas para el uso de hidrógeno, incluso en combinación con el uso de pilas de combustible para generar energía eléctrica, aunque es una idea que no ha prosperado.
Recientemente tuvo que suspender un proyecto iniciado en 2017 junto a Siemens y Rolls-Royce y basado en un avión regional de 100 asientos con propulsión híbrido-eléctrica que no funcionó. Pero ha seguido mostrando conceptos de aviones de hidrógeno en su estrategia 'ZEROe' (son las imágenes que ilustran este artículo) con una autonomía teórica de hasta 3.700 km.
Ante este avance, una vez más la infraestructura será decisiva, y los aeropuertos deberán estar preparados para albergar estaciones de repostaje y una infraestructura solvente para su transporte.
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