El gigante japonés de la electrónica Sony presentó el en el CES de Las Vegas un nuevo prototipo de su coche eléctrico Vision-S 02. Y de paso y anunció la creación de una nueva filial en primavera para explorar su entrada el sector de los coches eléctricos, un mercado de rápido crecimiento.
Después de presentar un primer concept car hace dos años en forma de berlina, el Vision-S (el cual ya ha efectuado varias pruebas en carretera), el gigante japonés de la electrónica, más conocido por sus televisores y consolas de videojuegos Playstation, presentó una versión SUV del Sony Vision-S.
El nuevo concept car permite ilustrar su anuncio más importante y lanzar así un mensaje a navegantes. Con el primer Vision-S, Sony aseguró que no entraría en el mercado de los coches eléctricos. Pero ahora, Sony ya no se esconde.
El grupo anunció la creación en la próxima primavera de una nueva filial, Sony Mobility, encargada de explorar este mercado en rápida expansión en todo el mundo. A través de esta nueva entidad, Sony "pretende explorar la posibilidad de entrar en el mercado de los vehículos eléctricos", según el comunicado de prensa.
Y para que quede claro, Sony no presenta un simple show car, sino un SUV de siete plazas, funcional y, al igual que el primer Vision-S, fabricado por Magna Steyr en Austria. Frente a las declaraciones de intenciones de Xiaomi y a Apple que juega al despiste, Sony ha optado por enseñar un producto realista.
Por una parte es un SUV, segmento cuyo auge parece imparable, y de siete plazas, versión indispensable en Estados Unidos, y por otra parte es un coche que podría fabricarse en serie en un breve periodo periodo de tiempo si así lo quisiera Sony. Y para colmo es obra de uno de los mayores fabricantes de Europa, Magna Steyr.
Magna Steyr, el proveedor todo incluido de Sony
Con capacidad para fabricar 200.000 coches al año de forma flexible (actualmente fabrica el Mercedes Clase G, los Jaguar I-Pace y E-Pace, los BMW Z4 y Toyota GR Supra y el BMW Serie 5), tiene mucha experiencia en coches eléctricos (además de fabricar el Jaguar I-Pace, en 2015 vendió su unidad de fabricación de baterías a Samsung).
Además, posee su propio departamento de desarrollo de coches. Para una empresa que solo quiere explorar las posibilidades del coche eléctrico, Sony se ha buscado un proveedor de primer orden.
En cuanto al Vision-S 02, parece una versión elevada de la berlina Vision-S. Mide 4,90 metros de largo, 1,93 m de ancho y 1,65 m de alto, con una generosa distancia entre ejes de 3,03 metros, pudiendo dar cabida a una enorme batería. Monta llantas de 20 pulgadas y pesa 2.480 kg. Para hacernos una idea, son más o menos las dimensiones del nuevo BMW iX.
El Sony Vision-S 02 cuenta con tracción integral gracias a dos motores eléctricos, uno por eje. Cada uno de ellos tiene una potencia de 200 kW (272 CV). Repleto de sensores internos y externos, el Vision-S está siendo utilizado por Sony para probar sus tecnologías de conducción autónoma sin conductor. La empresa también está trabajando en sistemas de entretenimiento inmersivo.
Sony no es el único gigante tecnológico que quiere meter un pie en el mercado de los coches eléctricos. Apple lleva mucho tiempo trabajando en el tema. En septiembre, el grupo chino Xiaomi, anunció la creación de una filial, Xiaomi Auto, con un capital de 10.000 millones de dólares, para irrumpir con fuerza en el segmento de los coches eléctricos, cuyo coche está previsto para 2024.
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