¡Loquísimo! Un coche eléctrico con 1.000 CV, ventilador y más pequeño que un Ford Fiesta ha pulverizado el récord de Goodwood

Este pasado fin de semana se celebró el Goodwood Festival of Speed y su legión de novedades. El evento organizado en la propiedad de Lord March es también la oportunidad de ver algunas de esas primicias en acción en la subida cronometrada a la colina de Goodwood. Y este año, el nuevo récord es para uno de los deportivos más curiosos del panorama actual, el McMurtry Spéirling.

El pequeño monoplaza, que utiliza un ventilador para maximizar la carga aerodinámica, fue 0,8 segundos más rápido en la subida que el anterior dueño del récord, el Volkswagen ID R, deteniendo el cronómetro en unos fulminantes 39,08 segundos.

El expiloto de Fórmula 1 Max Chilton estuvo al volante en la carrera del récord, durante la sesión cronometrada oficial del domingo por la tarde. Antes de eso ya había subido la colina en 39,14 segundos, superando ya el récord del ID R, aunque ese crono no fue oficial. ¿Y qué tiene de especial el  McMurtry Spéirling? Pues casi todo, desde sus dimensiones hasta su potencia pasando por su aerodinámica.

El Spéirling es un monoplaza que mide 3.200 mm de longitud y 1.500 mm de anchura, lo que viene siendo unas dimensiones que en Japón le permitirían entrar en la categoría de los Kei Car, esos coches diminutos que se pueden matricular sin demostrar que se posee un plaza de parking.

Para hacernos una idea, en longitud se sitúa entre un smart EQ fortwo (2,69 m) y un Peugeot 108 (3,47 m), mientras que en términos de anchura es tan sólo 10 cm más ancho que un Citroën Ami.

Sí, sus proporciones son un tanto extrañas, pero su reducida anchura le da una ventaja enorme en el estrecho trazado de Goodwood, que el resto del año no deja de ser un camino interior que une diferentes zonas de la propiedad.

Un ventilador y una relación peso-potencia mejor que la de un Koenigsegg One:1

El Spéirling compensa sus extrañas propociornes con una potencia superior a los 1.000 CV y un peso inferior a 1.000 kg (McMurtry todavía no ha revelado los datos exactos). Su relación peso/potencia está más cerca de la de un Koenigsegg One:1 que de cualquier otro deportivo del mundo. No es de extrañar que McMurtry sea tan optimista en cuanto al tiempo de aceleración de 0 a 300 km/h, que es inferior a 9 segundos.

Viendo el vídeo del récord, es evidente que ese curioso kei car es rapidísimo. Con el ruido de los ventiladores que lo cubren todo y el polvo que levanta a su paso, el Spéirling parece ser tan rápido su paso por curva como en aceleración pura.

El Spéirling es básicamente un coche de competición totalmente eléctrico, monoplaza y diseñado teniendo en cuenta las normas de seguridad de los LMP1. Tiene un chasis monocasco y una carrocería en fibra de carbono, así como un pack de baterías integrado de forma ingeniosa, aseguran.

Sin embargo, lo que distingue al Spéirling del resto de propuestas es cómo genera carga aerodinámica a su antojo. Para ello y sólo cuando es necesario, utiliza un ventilador que, literalmente, empuja le empuja hacia la pista mientras genera un ruido de 120dB, digno de un avión a reacción. De ahí, el nombre de Spéirling, una palabra procedente del gaélico, y que en Irlanda es sinónimo de tormenta.

El concepto del ventilador para empujar el coche al suelo no es nuevo. Chaparral con su 2J de 1970 es considerado el precursor de esta técnica, en un coche equipado con dos ventiladores para el campeonato CanAm. En 1978, un joven Gordon Murray desarrolló un sistema similar para los Brabham BT46B de Bernie Ecclestone.

La dominación del BT46B y de Niki Lauda a su volante fue tal, que el resto de escuderías, con Lotus y Tyrell al frente, presionaron a Ecclestone, jefe de Brabham y de la FOCA, para que retirase esos coches de la competición. Hoy, Gordon Murray ha vuelto a utilizar la idea del ventilador en sus propios GMA T50 y T50s 'Niki Lauda' actuales.

En el caso del Spéirling, la idea parte de Sir David McMurtry, inventor y empresario irlandés que fue una pieza clave en el desarrollo del motor Rolls-Royce Olympus del Concorde. En la actualidad posee un estudio de ingeniería y con el que prevé poner a la venta una versión de calle del Spéirling, con una autonomía superior a las 300 millas (483 km) y un peso inferior a los 1.000 kg.

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