Apple ha puesto fin a su proyecto de coche eléctrico autónomo. El proyecto del Apple Car, también conocido como Proyecto Titan, que ha alimentado conversaciones y rumores durante una década, ha sido finalmente abandonado.
La decisión ha sido revelada por Mark Gurman, de Bloomberg, quien ha informado de que los 2.000 empleados asignados al diseño del vehículo eléctrico han recibido la notificación de que el proyecto se ha detenido.
Tras diez años y varios miles de millones de dólares invertidos, parece que Apple ha decidido poner punto final a su proyecto. Alrededor de 2.000 empleados se verán afectados. Algunos de ellos serán reasignados a nuevos proyectos de la empresa relacionados con la inteligencia artificial generativa, un campo en el que Apple es muy esperada.
Según Bloomberg, algunos de los empleados que trabajan en la parte de hardware también deberían recibir otras ofertas internas, pero es probable que los demás sean despedidos. Apple nunca ha comunicado nada sobre el proyecto. Toda la información conocida procede de filtraciones internas.
Apple no hará coches, pero no se desvincula del todo de la automoción
Al final, Apple se enfrentaba a un enfriamiento del mercado de coches eléctricos fuera de China, explican desde la cabecera económica. Los elevados precios de los coches y una ralentización de la demanda, (este año se prevé que en Estados Unidos el segmento crezca un 11% en lugar del 47% de crecimiento que experimentó en 2023), que han llevado a recortes de producción y una guerra de precios, podrían haber terminado de convencer a los dirigentes de Apple que era mejor destinar los recursos a otros productos.
Incluso Tesla, pionera de la revolución de los vehículos eléctricos en Estados Unidos, ha advertido de que su ritmo de expansión será "notablemente inferior" este año.
El proyecto Titan pasó por varias fases. Inicialmente, en 2014, iba a ser un coche totalmente autónomo, sin pedales ni volante (en un momento en que el entusiasmo por la conducción autónoma estaba en su apogeo), pero el proyecto se ha replanteado varias veces, reduciendo sus ambiciones. Así, se optó por desarrollar un coche eléctrico, uno que fabricaría un tercero para Apple, y luego pasó a ser un sistema operativo para la automoción.
Aunque esta decisión supone un revés para Apple, dado el trabajo que se ha realizado, es un mal menor comparado con el lanzamiento de un producto que la compañía no habría considerado satisfactorio. También es un recordatorio de que el mercado del automóvil es muy competitivo y difícil de penetrar, incluso para una empresa del calibre de Apple.
Aun así, la historia de Apple y los coches no ha terminado del todo. Apuestan fuerte por CarPlay para seguir dejando su huella en el automóvil, sin tener que fabricar el suyo propio.