De la Segunda Guerra Mundial a pasar la ITV en A Coruña. Este blindado puede pasear su cañón por las ZBE; un coche diésel de 2005, no
Conscientes de lo difícil que se está convirtiendo pasar la ITV a cualquier vehículo de cierta edad, es imposible pasar por alto que un carro blindado con 80 años supere la inspección sin ningún tipo de problema.
Sin embargo, para su dueño, Manuel Arenas, es un trámite más que debe llevar a cabo cada cierto tiempo. Concretamente cada cuatro años, como cualquier otro vehículo histórico con más de 45 años y este Ford M8 Greyhound de 1943 no es una excepción, a pesar de que participó en la Segunda Guerra Mundial.
Puede circular por cualquier ZBE
Tarde o temprano, todos los vehículos deben enfrentarse a la ITV. Da igual si es un coche eléctrico, una moto deportiva, un camión o un carro blindado de la Segunda Guerra Mundial. De acuerdo, esto último es más complicado, aunque puede que no tanto si se trata de la ITV Espíritu Santo de A Coruña.
Cada cuatro años, el Ford M8 Greyhound del coruñés Manuel Arenas, dueño de la librería Publicaciones Arenas en su ciudad natal, acude a la estación para someterse al mismo trámite por el que pasan millones de vehículos en nuestro país. Estado de las ruedas, prueba de frenado, carrocería sin deficiencias y correcto funcionamiento de las luces, entre otras cosas.
Su excepcional estado de conservación permite que pase la ITV sin ningún problema. El M8 está en plena forma. Más complicado fue superar el trámite para le concediesen la categoría de vehículo histórico y su correspondiente matrícula. Y es que la DGT veía su arma primaria como un problema, pese a que el cañón M6 de 37 mm no podía disparar porque no se fabrica munición compatible.
Manuel recurrió a una fábrica de armas de Galicia para taladrar el cañón por tres puntos y conseguir un certificado de inutilización. Gracias a ello, su Ford M8 se convirtió en vehículo histórico y puede circular por la vía pública sin ningún tipo de problema.
Es más, con la nueva normativa para coches y vehículos históricos, que debería entrar e vigor a lo largo de los próximos meses, podrá circular por las ZBE (Zona de Bajas Emisiones) de cualquier ciudad española, incluso por Distrito Centro de Madrid (antes Madrid Central). Un Seat Ibiza diésel del año 2005 no tendrá esa posibilidad.
Además de salir del garaje para pasar la ITV, participa en todo tipo de eventos de la mano de la Asociación Histórico Cultural The Royal Green Jackets que preside Manuel. Incluso estuvo presente en las celebraciones del 75 aniversario del desembarco de Normandía, donde la Asociación rindió homenaje al único español fallecido en esa campaña: Manuel Otero Martínez.
Curiosamente, aquél 6 de junio de 1944 el Ford M8 Greyhound de Manuel llevaba ya un tiempo en servicio, pero lejos de las playas francesas. Los primeros M8 se estrenaron en 1943 en la campaña de Italia, pero esta unidad en concreto se utilizó primero en África, más tarde en Sicilia y luego se desplegó en Italia.
A lo largo de los poco más de dos años que estuvo en producción (entre marzo del 43 y junio del 45), se fabricaron 8.523 unidades del M8 y 3.791 de su variante M20.
En los frentes de batalla europeos se utilizó como vehículo de reconocimiento, mientras que en el oriental se empleó como destructor de tanques. Dado que esta unidad se utilizó en el frente occidental, sirvió como vehículo de reconocimiento y de telecomunicaciones a través de la radio que incorporaba en su interior.
En su momento, su tripulación estaba formada por cuatro personas: conductor, operador de radio, apuntador y cargador. Además del cañón M6 de 37 mm, contaba con una ametralladora Browning M1919 y otra ametralladora Browning M2.
El motor era un Hercules JXD gasolina de seis cilindros en línea que desarrollaba 110 CV y le permitía alcanzar hasta 90 km/h en carretera, si bien, como señala Manuel “el consumo a esa velocidad es desproporcionado, por eso suelo circular a unos 50 km/h con él”, no en vano, pesa casi 8 toneladas.
Cuenta con una transmisión 6x6, suspensión de ballestas y, en teoría, tiene autonomía para unos 600 km gracias a su depósito de 224 litros, puesto que consume alrededor de 35 l/100 km. En cuanto al blindaje, era de 3 mm en la parte inferior y de hasta 19 mm en la torreta y la parte frontal de la carrocería.
Después de la Segunda Guerra Mundial y de formar parte de la caravana de vehículos que liberaron París en agosto de 1944, algunas unidades continuaron en activo por todo el mundo, especialmente en África y América del Sur.
Incluso se llegaron a ver algunos M8 Greyhound durante la primera década de los años 2000. Pero el de Manuel acabó en un desguace en Bélgica, como otros tantos vehículos militares que se utilizaron en la Segunda Guerra Mundial.
Por suerte, alguien lo rescató y lo devolvió a la vida. Manuel se lo compró hace más de diez años a un coleccionista extremeño “que lo utilizaba para desplazarse por su finca” y lo restauró por completo.
Entre otras cosas lo dotó con una nueva torreta, puesto que la original pasó a mejor vida durante el conflicto en los años 40. Por eso la torreta con la que cuenta actualmente no tiene el mismo número de serie que el resto de componentes, aunque es idéntica a la original. Ahora es el único Ford M8 que funciona en España, ya que hay otros dos, pero no están operativos.
Desde que está en manos de Manuel forma parte de su excepcional colección de vehículos militares y clásicos. Entre ellos hay un semioruga Half Track M3 americano de la Segunda Guerra Mundial, un Willys CJ3A utilizado en Corea, un sidecar alemán, una Harley Davidson de la policía estadounidense, un coche patrulla de la policía estadounidense o un Oldsmobile Rocket de 1949.
Imágenes: Manuel Arenas