En el año 1961 algo cambió en el mundo del automóvil. Fue ese el año en el que nacio el Jaguar E-Type, un deportivo que ha conseguido seducir a los amantes de los coches desde entonces, y que lo sigue haciendo ahora que cumple 50 años. Tal ha sido el reconocimiento por sus líneas, que tiene un espacio permanente en el Museo de Arte Moderna de Nueva York.
Por ello, este año Jaguar va a rendir homenaje al mito, va a rendirle tributo alrededor del mundo en los eventos del automóvil más destacados. Comenzarán en el Salón del Automóvil de Ginebra a principios de marzo, dónde el Jaguar E-Type compartirá stand con los actuales XK, XJ y XF de la marca del felino.
Le seguirá el Goodwood Festival of Speed, el festival de coches clásicos por excelencia. Luego Jaguar cruzará el charco con los E-Type para participar en el Pebble Beach Concours d’Elegance para luego volver a Europa y hacer una aparición en el Nurburgring Old Timer Grand Prix.
El Jaguar E-Type tuvo algo cuando salió al mercado que evidentemente no tiene el actual modelo deportivo de la marca, el XK. Era un deportivo puro, que entregaba unas prestaciones espectaculares por un precio asequible. El que se gastase en él las 2.256,15 libras que costaba incluyendo impuestos, disfrutaría de un coche capaz de llevarle hasta los 242 km/h y hacerlo destacando por encima del resto de deportivos de la época.
Ese es el equivalente actual a 38.000 libras, y hoy en día por ese precio no hay en el mercado ningún coche deportivo capaz de destacar por encima del resto, y mucho menos un coche que dentro de 50 años siga siendo un icono y una de las piezas más buscadas por los coleccionistas de automóviles.
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