Los coches y vehículos anfibios son puras rarezas, normalmente desarrolladas por el ejército o para prestar servicios militares. Y entre ellos encontramos este Jeep de los años 50, modificado para ser anfibio y destinado al Cuerpo de Marines de los Estados Unidos (USMC por sus siglas en inglés). Se trata del Jeep CJ35/U.
Este ejemplar es de los pocos que quedan vivos y se asegura que es el único del mundo que todavía es plenamente funcional. Lo es gracias a que su propietario decidió restaurarlo tras descubrir la joya que tenía entre manos. Y es que cuando lo compró no tenía ni idea de que se trataba de un Jeep anfibio.
Ocho años para devolver a la vida a este Jeep anfibio
Mike Wixom es el dueño de esta pieza excepcional: se lo compró en 2008 y su intención era convertirlo en un rock crawler, esos todoterrenos extremos altamente modificados, capaces de escalar paredes y rocas.
Pero pronto se dio cuenta que no era un Jeep CJ al uso: en los asientos traseros llevaba instalado un equipo de radio militar, contaba con varios snorkel y su mecánica tampoco parecía la habitual. Tras investigar sobre este vetusto Jeep, lo que no fue tarea sencilla, descubrió que lo que tenía entre manos era un Jeep CJ35/U.
En la década de los 50 del siglo pasado, la armada estadounidense compró 1.000 Jeeps CJ-3A (los de tercera generación). Es decir, que se trataba de Jeeps de producción. Pero pronto dejaron de serlo: en la planta de Toledo (Ohio) se modificaron para convertirse en anfibios.
Wixom obtuvo un manual completo de este vehículo sumergible, o más bien un libro donde se detallaban todos sus secretos: una obra publicada por Bob Westerman. Y gracias a él se ha podido restaurar. La tarea la llevó acabo Lam Fab, aunque Wixom se involucró por completo, buscando y encontrando las piezas originales.
El objetivo de los Jeep CJ35/U es que pudieran mantenerse en el agua y operar allí de forma indefinida. Se utilizarían como vehículos de reconocimiento y la gran mayoría contaría con radio para poder comunicarse con las tropas. Aunque la ubicación de esta radio varió según unidad y las hubo que no la equiparon.
Este Jeep CJ35/U la montaba en la bancada trasera y operaba gracias a un generador ubicado entre los dos asientos delanteros, que a su vez alimentaba dos baterías colocadas entre ambas bancadas de asientos. Además, contaba con una unidad de control para manejarla desde el asiento del copiloto. Todo estaba diseñado a prueba de agua, siendo estanco.
También su mecánica. Tanto el motor Willys L134 de 2.2 litros y cuatro cilindros en línea, como la transmisión, el sistema de frenos o incluso el limpiaparabrisas iban conectados a dos snorkles: uno delante y otro detrás. También disponía de un distribuidor impermeable diseñado para aeronaves. En el vídeo, Lam Fab detalla que es una pieza muy rara y que fue especialmente complicada de conseguir. "Su santo grial".
En total, con Wixom dando con las piezas originales y Lam Fab integrándolas en Jeep, tardaron ocho años en completar este estupendo trabajo. Como explican en el vídeo, han reproducido lo más fielmente posible respecto a como era cuando se modificó en los años 50, incluyendo los neumáticos originales, los asientos o el color de la carrocería.
¿Estos Jeep anfibios estuvieron en acción? Por desgracia, según detalla Motortrend en el reportaje que ha dedicado a este Jeep CJ35/U, no fue así. Ya que rápidamente fueron sustituidos por Willys M-38 con un sistema eléctrico de 24V, más capaz y sobre todo compatible con otros vehículos militares. El del CJV35/U era de 6V.
Se cree que algunos de los CJ35/U acabaron en Países Bajos y que también se habrían entregado a agencias gubernamentales en aquellos años. Sea como fuere, hoy uno está vivo y completamente operativo, gracias al mimo y trabajo de su dueño y a esta modesta empresa de restauración.