Giovanni Agnelli, apodado l'Avvocato, es en Italia mucho más que un industrial de éxito que salvó Fiat en la postguerra y la dirigió hasta su muerte. Las malas lenguas dicen que en Italia, quien realmente gobernaba, era él. “Era el rey de Italia”, dicen en el nuevo documental que HBO estrena esta semana y que repasa la vida de Gianni Agnelli.
'Agnelli' es un retrato de un personaje mítico en Italia y también para todos los petrolheads. Su carisma era tan grande como su cartera de empresas. Poseía el 25 % de todas las empresas que en 2008 cotizaban en la bolsa de Milán, varios diarios y la estación de esquí de Sestriere. Y además era dueño de la Juventus de Turín.
El documental relata la vida del carismático dueño de Fiat (y por ende en un momento dado de Ferrari, Lancia, Alfa Romeo y Maserati). Este retrato se compone de imágenes inéditas y de entrevistas a casi 40 miembros de su familia, amigos, rivales y ex amantes.
Las imágenes inéditas (grabadas en su día por Benno Graziani), las fotos de Richard Avedon y Ugo Mulas, así como un montón de imágenes del archivo personal de los Agenlli ayudan a configurar el complejo retrato del líder del grupo FIAT, una figura internacional de la industria, de la política y de la jet set, al que siempre le gustaron los coches. De hecho, nunca dudó en disponer de modelos únicos creados ex profeso para él, como este Ferrari Testarossa descapotable.
Quién era Giovanni Agnelli
Hijo del industrial Edoardo Agnelli Giovanni y de la princesa Virginia Bourbon del Monte de la nobleza italiana. Lo bautizaron Giovanni (Gianni siendo el diminutivo) en honor a su abuelo, el fundador de FIAT. Gianni Agnelli, apodado l'Avvocato (el abogado) por su licencia en derecho aunque nunca ejerció, tomó las riendas de Fiat en 1966.
En un plano industrial, Agnelli abrió fábricas en toda Italia y en medio mundo, de Sudamérica a la antigua URSS (donde se fabricaría bajo licencia el Fiat 124). Sus relaciones con la izquierda italiana, en especial con el Partido Comunista Italiano, son sin duda la razón por la que se le apodó el último rey de Italia, más que por su ascendencia noble.
En todos los conflictos laborales en los que estaba involucrado una empresa de Agnelli, éste siempre lideraba las negociaciones a su favor. A veces, de forma espectacular. En los años 80, en una de las últimas gran protestas sindicales, Agnelli consiguió que 40.000 trabajadores de Fiat rompiesen los piquetes de huelga y así poder reanudar la producción de sus coches.
Agnelli apuesta por la productividad y las sinergias entre empresas (el Fiat Tipo de 1988 es el primer coche en compartir plataforma con otros modelos). También entra una espiral de compra en los años 70 (grupos de prensa, agroalimentario, turismo, seguros, inmobiliarias, finanzas y e incluso aeronáutica) que hace que sea dueño de una inmensa parte del tejido productivo de Italia. Por cierto, fue uno de los primeros en predecir que en el Siglo XXI tan sólo habrá una decena de grandes grupos de fabricantes de automóviles, aunque subestimó el potencial asiático.