Según publica BMWBlog, los BMW Serie 7 con motores de gasolina dejarán de producirse durante un año en Europa debido a la nueva homologación de consumos WLTP. El protocolo de mediciones, asociado al RDE (Real world Driving Emissions), dejan fuera de la línea de producción los motores 740i, 750i y M760Li. Irónicamente, el diésel se salva.
730d, 740d y 750d, a salvo
Desde el 1 de septiembre de 2017 entró en vigor una nueva serie de normas para medir los consumos y las emisiones con resultados más cercanos a la realidad, el WLTP, cuyas primeras consecuencias vaticinaban un aumento del consumo medio homologado de muchos coches.
Atrás quedó el ciclo NEDC, diseñado en los 80 y con protocolos de laboratorio poco realistas. El nuevo protocolo simula una conducción en ciudad, carretera secundaria, carretera nacional y autopista/autovía y con pruebas por duplicado para los vehículos con la versión más ligera y otro con la versión más pesada.
Ante una caza de brujas del diésel en Europa y Estados Unidos, esta vez esta tecnología se ha salvado de los nuevos requisitos de emisiones y los modelos diésel 730d, 740d y 750d, que representan el motor dominante para el BMW Serie 7 en Europa, seguirán saliendo de la línea de producción.
En total, 3.540 automóviles de gasolina de la serie 7 de BMW se vendieron en Europa el año pasado. Ahora habrá un parón de un año, tras el cual veremos el lavado de cara del Serie 7, que entrará en producción en marzo de 2019.