No es sencillo predecir el futuro. De hecho, es casi imposible hacerlo, pero hay que imaginarlo. BMW está este año celebrando su centenario, y quiere no solo mirar al pasado que le ha llevado a ser uno de los fabricantes de coches y motos más exitosos del mundo, sino imaginar cómo será la movilidad de las personas en dos o tres décadas.
Por eso, al igual que se presentó ayer el Rolls-Royce Vision Next 100 concept, también mostraron el BMW Vision Next 100, que como su propio nombre indica, no es más que una recreación de lo que ellos creen que será un coche adaptado a las necesidades del público dentro de esas dos o tres décadas. ¿Te vienes al futuro de BMW?
Lo primero que hay que plantearse, y de ahí el titulo de este artículo, es cómo una marca como BMW que siempre ha primado el placer de conducción como uno de sus valores diferenciales frente a la competencia, va a encarar el futuro. Hablamos de ese futuro inmediato en el que los coches serán máquinas autónomas, robots con ruedas que nos llevarán por ellos mismos de un punto a otro sin apenas intervención del conductor, que se convertirá en pasajero.
En este sentido en BMW tienen claro que uno de los vínculos emocionales que mantendrá a sus clientes ligados a sus coches pasará por la personalización. La gente buscará coches que encajen con sus gustos, estilo, aficiones y modo de vida. Y eso es uno de los puntos en los que más se ha trabajado a la hora de desarrollar el BMW Vision Next 100.
Con 4,90 metros de largo y una altura de 1,37 metros, este modelo compacto destaca por tener unas ruedas de grandes dimensiones posicionadas en los extremos de la carrocería, una carrocería que además gracias al Alive Geometry, a pesar de recubrir las ruedas, también se adapta a sus movimientos al girar el volante. Con todo, consigue un fantástico coeficiente aerodinámico de 0,18.
Cuando el conductor se acerca el coche, este le detecta y abre la puerta de forma alada de manera completamente automática. Se sienta en su asiento, toca el logo de BMW y el coche se pone en marcha. Para entrar y salir más fácilmente del coche, el volante se retrae y queda a ras del tablero de instrumentos, pero al poner el coche en funcionamiento el solo se sitúa en la posición de conducción óptima.
Para fabricar este coche se recurre a materiales renovables, y por ejemplo para las piezas de fibra de carbono se aprovechan restos provenientes de las líneas de producción normales de este material tan preciado. Además se prescinde en el interior de elementos como la piel o la madera, recurriendo a telas sintéticas fáciles de reciclar y otros materiales que no comprometan el futuro de nuestro ecosistema.
Seguir conduciendo en el mundo de los coches autónomos
Afirma BMW que en el un conductor que esté a los mandos de un BMW en el futuro, seguirá prefiriendo conducir él mismo, y por eso será el centro de todo el desarrollo del coche. "El mundo cambiará, pero el placer de conducir persistirá", dicen los visionarios de la marca.
El conductor contará con dos modos bien distintos a los que encontramos hoy en día en un BMW o en cualquier otro coche. Hablamos de los modos Boost para que el conductor conduzca, y el modo Ease, para que el vehículo conduzca solo.
En el modo Boost, el coche se concentra en el conductor y lo apoya mediante sistemas inteligentes, maximizando así las vivencias que se experimentan al volante. Cambia la posición del asiento y del volante, varía la posición de la consola central y todo se orienta hacia el conductor.
Gracias a que todo el parabrisas delantero es un head up display interactivo, a simple vista puede ver la trazada ideal, los puntos óptimos de frenado, contacto y salida de la curva y, además, la velocidad más apropiada en cada uno de esos puntos. A esto hay que añadir que por ejemplo si el conductor está circulando en condiciones climatológicas adversas como la niebla, la pantalla virtual genera una imagen digitalizada del entorno para que mejore su seguridad.
Con el modo Ease el conductor podrá relajarse, reclinar el asiento y disfrutar mientras el coche le lleva al punto previamente indicado. En cambio si activa el modo Boost, él mismo conduce. El head-up display táctil pasará a ofrecer contenidos personalizados, programas de entretenimiento a pedido de los usuarios. En todo momento el coche irá analizando los hábitos de su conductor para ir adaptándose a sus gustos, ofrecerle una sensación de conducción placentera y excitante al mismo tiempo. Todo ello lo hará gracias a la inteligencia sensorizada que equipará.
A ese aprendizaje por parte del coche, en BMW Group le llaman Companion, ya que realmente es un compañero de viaje que va a su lado, analizándole pero a su lado. Este sistema permite que el conducir pase a ser el centro de atención, como lo es hoy en día en cualquier modelo BMW.
Companion, el cerebro de tu coche
Companion está representado por ese detalle de formas extrañas situado en el centro del salpicadero, justo debajo del parabrisas. Se trata de una especie de cerebro que llevarán los BMW del futuro, un elemento clave ya que él es el que manejará el coche cuando queramos viajar en el modo Ease, e intracturará con el resto de usuario de la vía.
Es él quien se comunicará con los otros coches, el que avisará con una luz verde a los peatones que cruzan por delante de nosotros en caso de que puedan hacerlo sin correr riesgos o el mismo que modificará la morfología exterior del coche para que el resto de usuario de la vía entiendan que ese coche está en modo de conducción autónoma.
También cambiará la forma de fabricar coches: llega el 4D
Según BMW, la forma de fabricar automóviles hoy en día ya no será válida en el futuro más inmediato. Llegarán sistemas que sin demasiada complicación permitirán crear formas mucho más complejas y flexibles. Además la tecnología 4D llegará a las fábricas de coches pudiendo aplicarse en la producción de elementos que actualmente se fabrican por separado y luego se montan en los coches.
Estas son sólo algunas de las pinceladas que BMW nos ha dado sobre sus coches del futuro. El BMW Vision Next 100 nos ha permitido viajar en el tiempo aunque solo sea a través de la lectura, y eso es algo que no se consigue todos los días. Pero llegados a este punto la pregunta es inevitable. ¿Prefieres presente o futuro?