Tras la reciente presentación del nuevo BMW Serie 5, que destaca además de por su renovado diseño por la llegada de versiones mild hybrid e híbridas enchufables, ahora le toca el turno a la versión de altas prestaciones. El nuevo BMW M5 2021 llega con hasta 625 CV y muchas soluciones heredadas del BMW M8. Te lo contamos todo.
Sin llegar en ningún caso a tener el tamaño de la parrilla del BMW Serie 4 Coupé, los riñones del nuevo BMW Serie 5 han crecido considerablemente en tamaño y su forma es más pronunciada que en el anterior. En la versión M5 adopta esos mismos riñones unidos en la zona central y perfilados por un marco que recorre su contorno, a los que se unen las láminas verticales dobles y el logo con la letra mágica.
Acompañan a esos riñones un faldón delantero con amplias entradas de aire y unos perfiles más marcados, que junto con las nuevas ópticas delanteras más finas y con tecnología LED, hacen que el frontal de la nueva berlina se vea más agresivo si cabe.
Las entradas de aire de los laterales son ahora considerablemente más grandes, mientras que la central tiene forma hexagonal.
Dispone ahora en opción de una iluminación BMW Individual Shadowline que le da un tono oscuro a los faros LED adaptativos y a la luz láser de BMW, que también se ofrece en el paquete de opciones para personalizar el coche a tu gusto y según tus necesidades.
En lo que respecta al resto de elementos de la carrocería, se mantiene el capó delantero con nervios muy marcados, las aletas delanteras con las insignias de BMW M, el techo de fibra de carbono y los espejos retrovisores específicos que tanto gustan.
Si nos vamos a la parte posterior, las ópticas son ahora más delgadas y estilizadas, gracias a los pilotos traseros LED tridimensionales que hacen una forma de L al iluminarse y forman así el nuevo sello lumínico que estrenarán otros modelos de BMW.
No podían faltar en la parte inferior de un faldón completamente rediseñado y con un difusor de aire más agresivo, las cuatro salidas de escape agrupadas dos a cada lado, tan características de BMW M. Ahora esas salidas de escape son algo más finas y mejora su aspecto preciso y agresivo.
Entre las nuevas opciones disponibles, las llantas M de 20 pulgadas con radios dobles en Gris Orbit pulido, que se estrenaron en el BMW M8, ahora también están disponibles como opción en el M8.
Por último, los frenos compuestos M que forman parte de la dotación de serie, ahora se pueden pedir con pinzas pintadas en color negro de alto brillo o rojo de alto brillo como alternativa al acabado azul ya existente y característico de BMW M.
Mucha tecnología y novedades en el interior
En el interior llama la atención la pantalla central, que ahora tiene una diagonal de 12,3 pulgadas y por tanto es considerablemente más grande que antes.
Hay una nueva disposición de los mandos de control en la consola central, ya que hereda algunos de los que estrenó su hermano el BMW M8 Competition.
En ese cuadro de mandos hay dos botones, por un lado el botón M Mode que permite al conductor cambiar rápidamente entre los ajustes ROAD y SPORT.
En el caso del BMW M5 Competition, además se ofrece el modo TRACK, pensado para sacarle el máximo partido en circuito. Al seleccionarlo hasta se desactiva el sistema de audio y se apaga la pantalla central para que toda la concentración esté en la pista y nada te distraiga.
La configuración predeterminada es la ROAD en al que todos los sistemas de asistencia a la conducción, de serie y opcionales, se encuentran completamente activos.
En cambio si seleccionamos la configuración SPORT, los sistemas de asistencia a la conducción solamente transmiten alertas sobre límites de velocidad y restricciones de adelantamiento, por ejemplo. Es en este modo en el que se pueden deshabilitar todas las intervenciones en los sistemas de frenado y dirección, aparte de las realizadas por la advertencia de aviso de colisión con función de frenado y el asistente de evasión.
Ese modo SPORT también modifica los graficos que se ven en el Head-Up Display adoptando el modo más deportivo con aspecto M.
Junto al botón M Mode, el otro botón llamado "setup" permite acceder directamente al menú de la pantalla central, para configurar de forma personalizada los ajustes de tracción y chasis. Han simplificado y mejorado el sistema para que sea más sencillo acceder a los distintos parámetros desde la pantalla táctil o desde el mando iDrive.
Se mantienen los dos botones rojos M1 y M2 junto a las levas del cambio de marchas, presidiendo el volante, siempre presentes, que permiten tener configuradas dos personalidades antagónicas que varían el M xDrive (permite elegir entre dos modos de tracción integral o solo trasera), DSC, entrega del motor, rapidez de la transmisión, amortiguación y la dirección.
En cuanto a la dotación tecnológica, incorpora o de serie o en opción todas las novedades que acaba de estrenar el BMW Serie 5. Desde el Driving Assistant Professional, hasta el acceso confort con la BMW Digital Key que permite abrir y cerrar el coche con determinados modelos de smartphone mediante la tecnología de comunicación de campo cercano (NFC).
Mismo motor, pero con un chasis que estrena puesta a punto
Cuando pude probar el BMW M5 de la generación actual, me dejó gratamente sorprendido por dos aspectos. Uno era lo mucho que corría su motor, y eso que probé inicialmente la versión normal de "sólo" 600 CV. El otro aspecto que me fascinó fue la facilidad con la que permitía ir a ritmo descomunal en un circuito.
El motor no cambia ni en el BMW M5 ni en el M5 Competition. Sigue siendo el V8 de 4.4 litros M TwinPower Turbo con 600 CV en el caso del BMW M5 y 625 CV en el BMW M5 Competition. El par máximo de ambos es de 750 Nm, constantes desde 1.800 a 5.600 RPM en el BMW M5 y en el BMW M5 Competition, lo mantiene hasta las 5.860 RPM.
Tampoco cambia la caja de cambios automática M Steptronic de ocho velocidades con Drivelogic se ofrece de serie, ni el sistema de tracción total M xDrive, que permite seleccionar el 2WD y dejarlo en tracción trasera si así se desea.
Lo que sí cambian son algunos aspectos de la puesta a punto del chasis. Por un lado los soportes del motor son nuevos y le dotan de mayor rigidez y por tanto mayor precisión en la conducción.
También son nuevos los amortiguadores, que llegan heredados del BMW M8 Competition que aseguran mejoran por un lado la precisión cuando se le está exigiendo al máximo y al mismo tiempo ofrecen mayor grado de confort en carretera, haciéndolo menos seco.
Las prestaciones son un auténtico escándalo para una berlina de su tamaño, en la que puedes o bien viajar cómodamente con la familia o irte a dar vueltas rápidas a Nürburgring Nordschleife.
El BMW M5 pasa de 0 a 100 km/h en 3,4 segundos y si sigues con el pie a fondo en 11,1 segundos circularás a 200 km/h. Si se te queda corto, el BMW M5 Competition hace el 0 a 100 km/h en sólo 3,3 segundos y 200 km/h en 10,8 segundos. La velocidad máxima del BMW M5 y del BMW M5 Competition es de 250 km/h o 305 km/h el paquete opcional M Driver’s Package.
Por el momento no se han dado a conocer los precios de los BMW M5 y M5 Competition 2021, pero seguro que en breve podremos ampliar esa información.
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