De todos los modelos que ha fabricado BMW M, el BMW M5 es que más historia tiene a sus espaldas. Nació hace 40 años, con la primera generación del BMW Serie 5 (E28) y, desde entonces, todas las entregas del Serie 5 han tenido su variante deportiva firmada por BMW M.
La séptima y actual generación del BMW Serie 5 (G60) no podía ser una excepción. Primero llegó un anticipo de la mano de BMW M Performance con el rapidísimo BMW i5 M60 xDrive completamente eléctrico de 601 CV y ahora acaba de ver la luz el BMW M5 “pata negra”.
También está electrificado, pero parcialmente porque utiliza un sistema híbrido enchufable M Hybrid formado por un motor V8 M TwinPower Turbo y un motor eléctrico. En conjunto, ambas mecánicas producen una potencia máxima de 727 CV y un par máximo de 1.000 Nm, por lo que estamos ante el BMW M5 más potente de todos los tiempos. Con 2.435 kg, también es el M5 más pesado que se ha hecho.
El BMW M5 más potente... y también el más pesado
Con el BMW XM, BMW M entró en una nueva era, la de los coches electrificados. Ahora, esta división de la marca bávara ha utilizado una receta similar a la empleada en su gigantesco SUV híbrido enchufable para dar forma al último BMW M5. De la misma forma que el XM, la berlina deportiva recurre a un conjunto híbrido enchufable en el que el gran protagonista es un motor de gasolina V8 biturbo de 4.4 litros.
Hasta ahora, las diferentes generaciones del M5 han utilizado todo tipo de motorizaciones, desde bloques de seis cilindros atmosféricos hasta el enorme V10 derivado de la Fórmula 1 que empleó el E60, pasando por una serie de motores V8 con y sin turbo. Con el nuevo M5, BMW M sigue innovando y, por primera vez en la historia de este modelo, ha apostado por un conjunto híbrido enchufable.
A nivel estético, el BMW M5 sigue la receta clásica y se distingue del resto de versiones del Serie 5 por tener un aspecto más agresivo, pero sin estridencias. Dentro de la deportividad, mantiene cierta sobriedad, como sucedía con los anteriores M5.
De hecho, viendo su frontal es inevitable acordarse del mencionado BMW M5 E60 de 2005 que diseñó Chris Bangle. Por si no queda claro que es un M5, BMW ha metido un discreto logotipo “M5” en relieve en la curva Hofmeister que dibuja el pilar C.
En el interior sigue la misma tónica: deportividad mezclada con sobriedad. Destacan los asientos deportivos y el volante, que está achatado por abajo, lleva una franja de color rojo a las 12, dos interruptores para seleccionar los modos de conducción personalizados y costuras con los colores de BMW M.
En la consola central, el mando circular del sistema iDrive está decorado con la M de BMW M y el botón que arranca y para el motor es de color rojo. Las combinaciones de colores que elija el comprador hacen el resto y brindan la posibilidad de configurarlo de forma más atrevida o más discreta.
En el plano técnico, el conjunto híbrido enchufable que da vida a este M5 es muy similar al que utiliza el BMW XM Label Red, pero no llega a los 748 CV que produce en el SUV y se “conforma” con 727 CV. Es, de lejos, el BMW M5 más potente de todos los tiempos (el anterior llegó a tener 635 CV en la versión M5 CS).
Para desarrollar esa potencia combina un motor de gasolina V8 biturbo de 4.4 litros y 585 CV con un motor eléctrico de 197 CV. De alimentar este último se encarga una batería de iones de litio de 18,6 kWh de capacidad neta que permite recorrer hasta 69 km en modo 100% eléctrico. El nuevo M5, por lo tanto, tiene la etiqueta CERO de la DGT. Esta batería puede cargarse a una potencia máxima de 7,4 kW y necesita 3 horas y 15 minutos para una carga completa.
Esa capacidad para funcionar en modo 100% eléctrico y la combinación del músculo V8 con el músculo eléctrico es la principal diferencia entre este M5 y todos los anteriores. Pero tiene un inconveniente: el peso. Detiene la báscula en 2.435 kg, mientras que el anterior M5 Competition pesaba 1.970 kg (y ya era un peso elevado).
Bien es verdad que es un coche enorme porque mide 5,09 metros de largo, 1,97 metros de ancho y 1,51 metros de alto, pero no deja de ser un peso más que considerable para una berlina deportiva.
Con todo, acelera de 0 a 100 km/h en 3,5 segundos y de 0 a 200 km/h en 10,9 segundos, siempre con la ayuda de la tracción total M xDrive, mientras que su velocidad máxima es de 305 km/h si equipa el paquete opcional M Driver’s Package (de serie está limitada a 250 km/h). Todo ello homologando un consumo medio de 1,7 l/100 km en ciclo combinado WLTP.
El precio todavía no se ha desvelado, pero BMW ha confirmado que se presentará en el Festival de la Velocidad de Goodwood, que su producción arranca el próximo mes de julio en la fábrica alemana de Dingolfing y que las primeras unidades aterrizarán en las calles en noviembre de este año. Más adelante también conoceremos el BMW M5 Touring con carrocería familiar.