Acudimos al 50 cumpleaños de BMW M en España: cuando pasión y devoción se escriben con M

Hace unos días, BMW España organizó un evento para celebrar en nuestro país los 50 años de BMW M GmbH. La división de coches deportivos y de altas prestaciones de BMW supera este año el medio siglo de vida y te contamos cómo se vivió el espíritu BMW M en esta celebración tan especial.

Hablar de BMW M es hacerlo de coches pasionales, divertidos, mágicos. Coches que crean afición, tal y como pudimos comprobar durante el evento que la filial española de la marca celebró hace unos días en Madrid, como parte de las celebraciones internacionales que están llevando a cabo en todo el mundo.

En nuestro país reunieron un maravilloso elenco de coches de su gama actual, y también algunas joyas antiguas que representaron esos 50 años de vida. Y lo que queda.

Para acudir al evento, BMW puso a nuestra disposición una de sus joyas de la corona: un BMW M8 Competition Coupé de 625 CV. Un coche que, salvando al especialísimo, limitado y exclusivo BMW M5 CS con sus 635 CV, es el más potente de la gama actual de producto BMW M.

El M8 Competition es un viejo conocido de Motorpasión. Tuvimos ocasión de conducirlo justo antes del estallido de la pandemia en febrero de 2020, y nos dejó con la boca abierta por varios motivos. Por un lado, la potencia de su motor 4.4 V8 Twin Turbo y la forma que tiene de entregarla, hacen de él uno de los coches más rápidos del mundo.

No en vano, es capaz de parar el cronómetro en el 0 a 100 km/h en solo 3,2 segundos al tener la capacidad de pasar toda esa potencia al asfalto gracias al M xDrive que reparte la potencia entre ambos ejes. Si no fuese así, y dejásemos todo al eje posterior (posible gracias a su sistema desconectable), se le atragantaría la cosa.

Héctor Ares con el BMW M8 Competition Coupé

También destaca su agilidad. Hay que tener en cuenta que estamos hablando de un GT de casi cinco metros de largo y dos toneladas de peso, cifras que he tenido que chequear varias veces en la ficha técnica para corroborar que eran correctas, ya que cuando lo estás conduciendo es tan ágil, directo y efectivo en curvas, que cuesta creer que estés al volante de un trasatlántico de semejantes dimensiones.

Por último, y no por ello menos importante, estamos ante un coche con una silueta imponente. Su prominente morro, lo baja que es la línea del techo, la elegancia y deportividad de su figura hacen de él un coche muy especial, que enamora a primera vista y al que es difícil encontrarle alguna pega. No en vano, estamos ante un coche de esos reservados a unos pocos, ya que sus 198.300 euros de precio no lo sitúan al alcance de mucha gente.

Photocall y a brillar como las estrellas

Como todo buen evento que se precie, a la llegada las estrellas pasaban por el photocall. En este caso evidentemente los protagonistas eran los coches, así que al volante del BMW M8 Competition Coupé de color rojo pasamos por la alfombra roja (ficticia) hasta que los flashes de las cámaras inmortalizaron el momento.

El M8 es un coche tan grande en todos lo sentidos que no entró completo en la instantánea que nos enviaron como recuerdo días después para inmortalizar el momento. Pero no importaba, ya que había mucho por ver en el aparcamiento de abajo.

Allí las actividades eran de lo más diversas. Alrededor de un mural en blanco, unos grafiteros comenzaron a pintar un espectacular BMW M1 Procar. Sí, ese coche que tuvo su propia copa monomarca en los 70 como carrera de soporte al Campeonato del Mundo de Fórmula 1. Eran otros tiempos en todos los sentidos.

Tatuarte el logo de BMW M

Una larga fila de entusiastas de BMW M hicieron cola incluso bajo la lluvia para conseguir su camiseta de la división deportiva debidamente personalizada con su nombre. Y si querías, hasta te podías tatuar el logo de BMW M. Sí, era un tatuaje de mentira de esos que se van con agua, tal vez por si te ibas algún día a Audi RS o a Mercedes-AMG, pero podías hacerlo.

También podías disfrutar de gran variedad de food trucks, escuchar a las DJ y presenciar un espectáculo que protagonizaron Jose Manuel de Los Milagros, piloto oficial de BMW M España y Miguel Arregui, con sendos M3 y M4 haciendo unas derrapadas de precisión en un espacio muy ajustado para la potencia y las medidas actuales de estos coches.

Pero sin duda, al fondo a la derecha estaba lo más atractivo de todo el evento, la exposición de coches. BMW había conseguido reunir un elenco de modelos BMW M muy especiales, incluyendo un BMW M1 de color blanco con las franjas de color M en los laterales, un “rara avis” que destacaba más si cabe por ser de origen nacional. No olvidemos que del BMW M1 se fabricaron tan solo 453 unidades, siendo por tanto uno de los BMW más exclusivos de la historia.

Acompañándole, un 3.0 CSL Alpina también conocido como “Batmobile”, el primer M6, el siempre presente M3 E30, Z3 M Coupé, M3 E46 CSL, un BMW 1M Coupé y otros, se enfrentaban estáticamente a las estrellas de la actual gama BMW M, más diversa e inclusiva al contar incluso con una versión 100% eléctrica, el i4 M50 con sus 544 CV de potencia.

Sin duda, son tiempos complejos para las secciones deportivas de las marcas de coches. La llegada de la electrificación está poniendo en jaque los valores tradicionales de gran cilindrada, potencia y sonido emocional que han acompañado a sus coches durante décadas, y ahora han de hacer coches electrificados que mantengan esa emocionalidad. Veremos cómo lo consiguen, pero visto lo visto y tras haber conocido la devoción que hay por BMW M en España y más allá de nuestras fronteras, espero que podamos estar dentro de 50 años celebrando el centenario de BMW M.

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