En la otra punta del mundo es autóctono el Holden Commodore, tanto como los canguros. Este modelo va por su cuarta generación, estrenada en 2006, pero la vida comercial del primer Commodore se remonta a 1978. Se extinguirá con el final de la producción local australiana de General Motors en 2017.
Siempre es una lástima la pérdida de _biodiversidad_, pero bueno, habrá que reemplazarlo de alguna forma. Lo más probable es que General Motors lo sustituya con un Insignia remarcado, o adaptando algún Chevrolet que tengan por ahí. Se le cambia el volante de lado, y pista.
Pero no hablarímos del Insignia actual, antes de llegar a la barrera psicológica de los 10 años, tendrá un reemplazo que veremos entre finales de 2015 y principios de 2016. Luego aparecería como versión Holden, ya condenada a ser una marca de remarcados, sin producto local.
La otra posibilidad es con sabor americano. Se daría la vuelta a la situación actual, donde el Commodore se exporta a Estados Unidos como 2014 Chevrolet SS. GM Korea también es candidata a fabricar dicho sedán, pero que venga de China ya es menos probable.
Actualmente el Commodore convive en Holden con el Malibu, más pequeño, y el Caprice, un poco más grande. La gama de motores del Commodore arranca con un 3.0 V6 y acaba con un 6.0 V8. Si les llega un Insignia de tracción delantera con motores de cuatro cilindros más de un _aussie_ se va a mosquear.
Por cierto, a partir del año que viene llegarán al mercado tres Holden con mucho carácter alemán: Insignia OPC, Astra OPC y Cascada. Así se empiezan a acostumbrar al tacto alemán...
Vía | Motoring, World Car Fans
Fuente | NZ Herald
En Motorpasión | ¿Qué será de Holden a partir de 2017?