Pocas imágenes nos ha dado Dodge para comprobar si el nuevo Dodge Charger es más o menos bonito que el anterior, pero me aventuraría a decir que han conseguido mejorar su presencia sin renunciar a su estilo musculos y tan típico de Dodge. Quizá, y solo quizá, puede que ahora incluso ahora sea algo más retro.
En esta nueva generación ha ganado músculo y lo demuestra en su frontal, mucho más agresivo que el anterior. El capó con esas pequeñas protuberancias en el centro y los grupos ópticos de gran tamaño le confieren una estética realmente amenazadora. Puede que se aleje demasiado de lo que recordamos de tiempos pasados, pero sigue conservando su agresividad.
La parte lateral y la trasera son las que más cambian en este nuevo Dodge Charger, con una cintura alta y una trasera dominada por un enorme conjunto de LED (164 diodos en total) que recuerdan a las clásicas luces de los ’60 de la marca, ocupando todo el ancho del coche.
Tres variantes del Dodge Charger desde el inicio
A partir del último trimestre del año estará disponible en los concesionarios en tres versiones diferenciadas, el Dodge Charger SE, Dodge Charger Rallye y como no, el Dodge Charger R/T. En los dos primeros se utilizará el motor Pentastar V6 3.6 y en el R/T se montará el clásico HEMI V8 5.7 con la tecnología FuelSaver.
No anuncian potencias ni prestaciones de ninguno de los dos motores, pero no diferirán mucho de las que se anuncian para el Dodge Challenger. Esto es, unos 250 CV para los SE y Rallye y en torno a los 380 CV para el R/T, pero supongo que mejorando en eficiencia gracias a reajustes en los motores y la nueva aerodinámica del coche.
Al igual que en la generación actual, el Dodge Charger podrá ser tracción trasera o tracción integral. Y sigue manteniendo el sistema de desconexión del eje delantero en caso de no necesitar esa tracción extra, aliviando ligeramente los consumos. Si la cosa no ha cambiado, el sistema AWD estará disponible en el Rallye y en el R/T como opción.
Interior mejorado y más equipamiento
El chasis del nuevo Dodge Charger se ha mejorado a base de rediseñar la geometría de las suspensiones y de hacerlo más aerodinámico con un carenado inferior completo. No dan medidas exteriores del coche, pero parece que ahora sea algo más ancho y algo más bajo, con suspensiones más bajas que el actual.
En el interior, del que no hay imágenes, se han trabajado en mejorar la habitabilidad y sobre todo en mejorar el aspecto visual a nivel de calidades, el punto más flojo sin duda del actual Dodge Charger. También se ha trabajado en mejorar la acústica del interior, tanto a nivel de insonorización como de calidad de sonido en el interior.
Entre su equipamiento de serie podemos encontrar el sistema Keyless Enter-N-Go, ESC, control de crucero adaptativo con avisador de colisión frontal, monitorización de los ángulos muertos, cámara trasera ParkView y esperemos que a estas alturas de curso, el ABS venga de serie en el Dodge Charger SE, que en el actual es sólo opcional.
Ahora nos toca esperar al Dodge Charger SRT8 y ver en que salón lo presentan, en el de Los Ángeles o en el Detroit. Me aventuraría a decir que en el primero, pero mis dotes de adivino son… Bueno, eso, nulas.
En Motorpasión | 2011 Dodge Charger Pursuit, ¡arriba las manos!