Hace algún tiempo, una responsable de Opel (Isabel R.) me comentaba que el espionaje del siglo XXI ya no estaba en manos de los gobiernos, si no de las empresas: había pasado a ser industrial. Lo mismo ocurre con los planes de expansión, realmente hay que hilar muy fino para saber quién es quién.
El flamante nuevo presidente de Porsche, Matthias Mueller, declaraba hoy, en el Salón Internacional de París, que las negociaciones con Audi han comenzado. Sobre la mesa, una plaza en las Le Mans Series, vía construyendo un prototipo (LMP) para participar en ellas, y otra en la F1.
Seguimos las pistas, y encontramos que en junio, el director deportivo de la marca de Inglostadt declaró que no pensaba que la Fórmula 1 y su compañía fueran una buena asociación. Hasta aquí parece terreno libre para Porsche. La pregunta que surge entonces es: ¿quién manda y se lleva el gato de la F1 al agua?
Pues bien, ahora es cuando hay que identificar las piezas del juego. Mueller no es otro que el antiguo director de estrategia empresarial de Volkswagen, y ahora mismo, los ojos de la compañía en Stuttgart. Con ambas empresas contando con participaciones mutuas que rondan el 50% (superada la Ley Volkswagen antimonopolio), la delgada línea de la propiedad real se diluye.
Si las cosas quedaran como están, Audi continuaría cosechando éxitos en Le Mans, y Porsche iniciaría una nueva aventura al circo más grande del motor. Sin embargo, era el grupo VAG el que había mostrado su interés por suministrar motores en próximas temporadas; ceder su posición ahora demuestra que se ha convertido en la filial.
Para confirmar la hipótesis, el CEO de Porsche ha querido dejar claro que su compañía “gana dinero, no lo gasta”. No hace falta recordar el crédito de 700 millones de euros que en 2009 firmaron con Volkswagen.
Así que, después de todo, los dueños irán a la F1 a suministrar propulsores; no todo son malas noticias para el grupo VAG, que ya está en conversaciones con la FIA para desarrollar motores de cuatro cilindros sobrealimentados, y que entrarían en competición sobre 2013.
Vía | Autocar, IndustryWeek
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