Es un día triste para los macarras del petróleo. Según cuenta Auto Express, desde las altas esferas de Audi se ha decidido no llevar a producción la versión de gasóleo del Audi R8 V12 TDI. Este motor de 12 cilindros, 5.5 litros y 500 CV de fuerza es una realidad en el Audi Q7, y su problema es que es demasiado grande para el vano del R8.
Desde que se presentó el concept en Detroit 2008, ha recibido tanto amor como odio, especialmente de los gasolineros semper fidelis. No consideran deportivo a un R8 diesel, a pesar de sus 1.000 Nm de par máximo y 0-100 km/h en 4,2 segundos, por no mencionar su salvaje capacidad de recuperación que puede humillar a más de un muscle car.
Pues bien, según la mencionada publicación, se ha debatido durante un año si su salida al mercado sería rentable. El proceso de ingeniería para ubicar en el vano del R8 semejante bestia mecánica no es nada sencillo y supone unos costes demasiado elevados, que no serían cubiertos por las ventas. Y yo me pregunto, ¿tan difícil es?
Se da la circunstancia de que en Estados Unidos se venden la tercera parte de pedidos de Audi R8 en el Mundo, y conocida la aversión de esta gente por los motores de gasóleo (sean buenos o no) no es una opción realista sacarlo al mercado sin perder dinero. Quizás la cosa cambie más adelante, pero a menos que Audi lo anuncie, no vamos a verlo por las carreteras a medio plazo.
Esta noticia viene a confirmar lo que se dijo el año pasado, que el Audi R8 TDI sería el 4.2 V8, no el 5.5 V12. El diesel pequeño no ha sido cancelado oficialmente, ese quizás sí podamos verlo circular.
Fuente | Auto Express
En Motorpasión | Sí al Audi R8 TDI, pero con el motor 4.2 V8 de 326 CV