Se acaba de presentar una de las sorpresas del Salón de Detroit, el Audi RS7 Sportback. La gama RS del fabricante alemán acoge a su último miembro, que llega con una agresiva estética, una mecánica totalmente a la altura del conjunto, cuyo corazón es un motor 4.0 V8 biturboalimentado de 560 CV.
Recordemos que el Audi S7 Sportback, el hasta ahora tope de gama y potencia del modelo, se quedaba en 420 CV, lo que supone un enorme salto de 140 CV. Además lo hace entregando 40 CV más que la variante infrapotenciada del 4.0 V8 TFSI que monta el Audi S8 e igualando en potencia al del Audi RS6 que equipa el mismo motor.
Exterior del Audi RS7 Sportback
Siempre se dice que la cara es el espejo del alma, y en el caso del Audi RS7 Sportback este dicho se cumple perfectamente. Una estética que impone para un coche brutal. Una carrocería de acero de alta resistencia, acero de ultra alta resistencia y aluminio es la base sobre la que se van acoplando las piezas del RS7 Sportback. Mide 5.012 mm de longitud y 2.139 de anchura.
A simple vista se puede observar un paragolpes específico, muy deportivo, con rejillas en color negro brillante y una parrilla en la que destacan por una parte el logo RS7 y por otra una rejilla inferior donde luce la inscripción quattro, toda una declaración de intenciones. También se pueden apreciar los detalles en color aluminio mate que suelen equipar los modelos RS de Audi.
Los faros delanteros son de xenón de serie, de LED opcionalmente. Estos últimos cuentan con un diseño ligeramente distinto al que montan otros modelos, con unas líneas interiores algo más marcadas. La línea lateral muy marcada sigue siendo la característica predominante, apenas hay cambios en esta zona respecto a los A7 convencionales, siendo los retrovisores el cambio más notable, ahora van en color aluminio mate.
En la trasera destaca la sobriedad, solo destacan, y no excesivamente, los enormes escapes ovalados en los laterales del paragolpes y el difusor con aletas longitudinales en color negro brillante. El logo RS7 sobre la tapa del maletero será la única forma de identificar unívocamente al Audi RS7 Sportback.
La pintura de la carrocería se puede elegir de entre 10 colores, colores de Audi Exclusive aparte. También se puede elegir entre dos paquetes exteriores, el básico con los colores aluminio mate que caracterizan a las versiones RS o uno que incluye piezas de carbono, entre ellas algunas piezas del paragolpes. Las llantas son específicas para el Audi RS7, son forjadas, de siete radios dobles y 20 pulgadas. Opcionalmente se podrán montar llantas de 21 pulgadas en tres diseños distintos.
Interior del Audi RS7 Sportback
El interior rebosa detalles deportivos, para empezar el propio panel de instrumentos con el logo en tres dimensiones del RS7, siguiendo por el volante de tres radios en cuero con levas para el cambio automático o los asientos deportivos RS en alcántara y cuero. El panel de instrumentos avisa del momento ideal de cambio y en su monitor representa la presión de soplado del turbo, la temperatura del aceite y un cronómetro para medir las vueltas rápidas en circuito.
Los detalles en el interior están remarcados de serie en color aluminio mate, negro brillante y fibra de carbono, pudiendo elegir entre otras cuatro alternativas distintas, aunque Audi nos recuerda que con su programa Audi Exclusive podemos personalizar una gran cantidad de detalles, no solo interiores si no también exteriores.
De serie es el climatizador trizona, el control de crucero y el sistema de sonido de audio. Opcionalmente puede montar varias opciones, de entre las que destaca el HUD, equipos de sonido, visión nocturna o incluso tapizados especiales. Además el Audi RS7 no es solo un coche muy rápido, si no también funcional, esta berlina tiene un maletero de entre 535 y 1.390 litros dependiendo de la posición de los respaldos traseros.
Un motor 4.0 V8 TFSI de 560 CV para mover a la bestia
El corazón y alma del Audi RS7 es su motor, el 4.0 V8 TFSI biturbo que entrega 560 CV entre las 5.700 y las 6.700 rpm y un generoso par de 700 Nm entre las 1.750 Nm y las 5.500 Nm. Es un motor ya conocido en Audi, ya que lo monta el Audi RS6. Este motor lleva dos turbos situados sobre el motor y aledaños al intercooler, que generan hasta 1.2 bares de presión sobre la presión atmosférica.
El escape del motor puede ser regulado por unos pequeños flaps para hacer un sonido más profundo, o directamente se puede optar por montar un escape deportivo. Con un sonido profundo o no, el Audi RS7 tiene unas cifras más que dignas. Por ejemplo, el Audi RS7 Sportback consigue hacer el 0 a 100 km/h en 3,9 segundos y si se opta por quitarle la limitación de serie de 250 km/h, alcanza los 280 km/h, velocidad que se ve incrementada hasta los 305 km/h con el dynamic package plus.
El consumo se ha intentado mantener contenido y se podría decir que lo han conseguido. El Audi RS7 Sportback homologa 9,8 l/100 km en consumo combinado, cifra conseguida utilizando un sistema de parada y arranque del motor automático y la tecnología de desconexión selectiva de cilindros, que desactiva cuatro cilindros en situaciones de baja carga.
El motor 4.0 V8 TFSI va acoplado a una caja de cambios tiptronic de ocho velocidades con convertidor de par. Como delata la parrilla, la tracción es quattro, vamos, total con diferencial torsen con distribución variable del par entre los dos ejes pero que normalmente reparte el par un 60% al eje trasero y un 40% al eje delantero. Es opcional el diferencial trasero deportivo que reparte de una manera más eficaz que el de serie el par entre las ruedas del tren trasero.
Suspensión y sistema de frenos
En un coche de este corte deportivo es básico un tren de rodaje capaz de transmitir al suelo de una manera eficaz toda la potencia, movimiento y reacciones del vehículo. La suspensión del Audi RS7 Sportback es neumática adaptativa y reduce la altura respecto al Audi A7 convencional en 20 milímetros. Cuenta además con amortiguación adaptativa ajustable mediante los menús del completo ordenador de a bordo.
Audi ofrece la alternativa de montar la suspensión deportiva plus con DRC (dynamic ride control). Esta utiliza muelles y amortiguadores ajustables conectados entre sí. La dirección es electromecánica de serie, pero adicionalmente se puede elegir una dirección dinámica variable.
Para frenar el coche se ha recurrido a un sistema de frenos de proporciones considerables. Para ser concretos, en el eje delantero se han montado discos de 390 mm ventilados que son pellizcados por unas pinzas de seis pistones en color negro (opcionalmente en color rojo). Por si estos discos se nos quedan pequeños, Audi nos da la opción de montar unos discos carbonocerámicos de 420 mm.