Así es la última evolución del Audi R8 LMS GT3 de competición, aún más duradero y eficiente

La división de carreras-cliente de Audi Sport ha mostrado en el Salón de París su cuarto nuevo modelo en los últimos cuatro años, el Audi R8 LMS GT3, un caballo ganador en diversas carreras de resistencia de todo el mundo desde el lanzamiento de su segunda generación en 2015 (LMS), que ahora mejora aún más y promete rebajar los costes de utilización para los clientes.

Según el fabricante, el desarrollo del modelo se enfocó en mejorar en materia aerodinámica, en los sistemas de refrigeración del vehículo y sobre todo en conseguir un comportamiento más consistente y hacer todavía más resistente y duradero el tren de rodaje, con intervalos de mantenimiento mucho más largos para la transmisión y el embrague, por ejemplo.

La idea de Audi Sport era ofrecer evoluciones, más que un modelo totalmente nuevo, algo que tiene más sentido económicamente hablando para sus clientes y para los equipos privados que ya cuentan con un R8 LMS, que podrán simplemente evolucionarlo, sin demasiada inversión. Además, Audi afirma que algunos cambios en el frontal del modelo adelantan ciertos rasgos del futuro restyling del Audi R8.

En lo que respecta a la aerodinámica, la FIA estipula los parámetros de carga aerodinámica y drag, por lo que Audi ha optimizado los componentes del modelo para que la fuerza generada por estos sea más constante en cualquier situación, es decir, que la altura de la carrocería o la puesta a punto de la suspensión tengan poco efecto sobre el flujo de aire, y éste sea más estable.

Audi Sport ha mejorado también la refrigeración de los frenos y, sobre todo, el embrague electrohidráulico de tres discos, optimizado gracias a un muelle que mejora su vida útil en un 50%. También se incluyen cojinetes y dientes de los engranajes reforzados para la transmisión secuencial de seis marchas, y se ha mejorado la resistencia al desgaste del diferencial autoblocante, lo que permite que el tarado elegido se conserve inalterado durante muchos más kilómetros a ritmo de carrera.

En lo que respecta a seguridad, el LMS GT3 cumple de sobra con la normativa FIA para modelos GT3 de competición, y de hecho se atiene incluso a los estándares de la categoría de prototipos de Le Mans. A pesar de todo esto, el coche pesa 30 kilogramos menos que el LMS de primera generación, si bien su rigidez torsional ha aumentado en un 39%.

Tanto el chasis como el motor del GT3 se producen junto a los de los modelos de calle, si bien luego las variantes de competición se terminan en otras instalaciones. El bloque 5.2 litros V10 atmosférico, de lubricación por cárter seco y con hasta 585 CV en configuración de carreras -aunque en la mayoría de competiciones ronda los 500 CV-, tiene un intervalo de mantenimiento de 10.000 kilómetros y no necesita ser reconstruido hasta los 20.000 kilómetros.

Por último, el R8 LMS GT3 incorpora suspensión de dobles triángulos en ambos ejes, con amortiguadores ajustables, discos de freno de 380 milímetros delante y 355 milímetros detrás (y ABS de carreras), dirección de cremallera asistida, llantas forjadas de aluminio, sistema de extinción de incendios Lifeline Zero 362O o un depósito de combustible de 120 litros. Además, el peso en vacío del coche ronda los 1.225 kilogramos.

Las primeras unidades del LMS GT3 comenzarán a entregarse el próximo mes de noviembre, con un precio antes de impuestos de unos 398.000 euros, si bien los modelos previos del R8 LMS (2ª gen) podrán montar el paquete de evoluciones por 28.000 euros (también antes de impuestos). Eso sí, hasta el mes de Enero el coche no podrá participar en pruebas internacionales de la FIA.

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