Lo último de Audi en sistemas de asistencia a la conducción para reducir consumos es el asistente predictivo de eficiencia. Se estrena en el Audi Q7 y se ofrece también en el nuevo Audi A4, en ambos casos dentro del paquete opcional Tour. Según estimaciones de la marca, el asistente predictivo puede llegar a ahorrar un 10 % de carburante en carreteras de la red secundaria.
Para encontrar la primera vez que la marca de los cuatro aros utilizó la función predictiva basada en datos de navegación tendríamos que remontarnos a 2011, cuando el MMI navigation plus del Audi A8 informaba al control de crucero adaptativo, al sistema de iluminación y a la transmisión automática sobre el trazado de la vía para que estos sistemas pudieran anticipar su funcionamiento a las condiciones de la carretera. Ahora, el asistente predictivo de eficiencia de Audi va un paso más allá.
En esta ocasión, el asistente trabaja con los datos del MMI Navegación plus, con el control de crucero adaptativo y con el sistema de reconocimiento de señales mediante cámara de video. En todo momento, el conductor recibe las informaciones que intervienen en el sistema, como el porcentaje de una pendiente o la proximidad de una curva, rotonda o intersección.
Cuando el conductor activa el control de crucero adaptativo, el sistema adapta la velocidad que preselecciona el conductor según las condiciones de la ruta, teniendo en cuenta la topografía, los límites de velocidad y también las condiciones de tráfico. Con el cambio tiptronic, el sistema puede conectar y desconectar la marcha a vela en función de las condiciones existentes.
No estamos ante una revolución, sino ante una evolución más de los sistemas de asistencia a la conducción que poco a poco van tomando el control de los vehículos, en un entorno ideal pensado para que cada vez sean las máquinas quienes tomen las decisiones rutinarias y quede para el conductor la toma de decisiones sobre problemas puntuales que se le puedan presentar.
La idea de Audi es que este asistente predictivo de eficiencia sirva en el futuro para determinar el momento óptimo de desconectar el motor cuando este no sea necesario, de forma parecida a lo que hacen los híbridos. En el caso de la tecnología iHEV de Audi, un motor eléctrico integrado en la transmisión se encarga de realizar esa función. A mayores, tenemos ante nosotros un paso más en la carrera por la automatización de la conducción.