Hay modelos que son desvelados en uno de los grandes salones del automóvil que se celebran a lo largo del año, mientras que otros son revelados en un evento dedicado, donde ningún otro modelo les puede hacer sombra. Y luego está el Aston Martin Vantage AMR, con cambio manual y V8 biturbo, que hizo su debut con motivo de las 6 horas de Spa-Francorchamps.
Se trata de un coche de calle, pero su presentación en una carrera de resistencia tan emblemático es una declaración de intenciones. Esto va de conducir, de la conexión que pueda existir entre el conductor y su máquina, en definitiva del placer de conducción per se.
El nuevo Aston Martin Vantage AMR parte de la base del Vantage de serie, conserva el V8 biturbo de 4.0 litros de origen AMG -que vemos, por ejemplo, en la gama AMG GT- pero desecha el cambio automático de 8 relaciones y equipa en su lugar un cambio manual de 7 relaciones, desarrollado ex profeso por Graziano para este coche. Este AMR es el único modelo del mercado en el que el V8 AMG va asociado a un cambio manual.
Como buen coche orientado al placer del pilotaje y a los track days, el cambio tiene la primera hacia abajo y “separada” del resto de las marchas. Esto permite que el conductor tenga las marchas usadas más frecuentemente, de la segunda a la séptima, dentro de la H que conforma el cambio. Es decir, la segunda y la tercera están en la misma línea, la cuarta y la quinta también, así como la sexta y la séptima.
Además, el cambio manual viene con el sistema Amshift que automáticamente da un golpe de acelerador al reducir una marcha para adecuar las revoluciones con la velocidad. Vamos, que hace la técnica del doble embrague el solo. Por otra parte, también equipa un diferencial autoblocante.
Es la primera vez que un cambio manual va asociado al V8 AMG, decíamos, pero no será la única. Sin embargo, aunque el Vantage AMR sea una serie limitada, Aston Martin propondrá este cambio como opción en el resto de la gama Vantage a partir de 2020.
Misma potencia, menos par, pero más ligero
Al pasarse a un cambio manual, el V8 conserva la potencia máxima de 510 CV pero ve su par motor ligeramente limitado a 625 Nm a 2.000 rpm (685 Nm en el Vantage). Otros cambios significativos son el peso inferior del AMR con respecto al Vantage. Pesa 1.535 kg, es decir, 95 kg menos que el Vantage.
Como era de esperar, el 0 a 100 km/h es más lento en el AMR que en el Vantage de serie. Aston Martin anuncia un 0 a 60 mph (96 km/h) en 3,9 segundos, es 0,4 segundos más lento en ese ejercicio que el Vantage. Para los que usamos km/h, Aston Martin estima que efectúa el 0 a 100 km/h en 4 segundos. La velocidad máxima, sin embargo, no varía; es de 314 km/h.
A estas alturas, que una versión radical y deportiva sea más lenta que el modelo de serie no es un problema, siempre y cuando el modelo radical tenga cambio manual. Y es que ya no se trata de hacer el coche más rápido, sino el más divertido, el que más gratificante sea de conducir. Es como escribir con una pluma sobre papel o con un teclado vía un procesador de texto. El segundo caso es más eficiente y eficaz, sí, pero el primero es más visceral y auténtico.
Así, el chasis del Vantage AMR tiene una puesta a punto más radical, más comunicativa con el piloto. Los amortiguadores adaptativos Skyhook y el resto de elementos de la suspensión son comunes con el Vantage estándar. En ese sentido no hay cambios.
El Aston Martin Vantage AMR es una serie limitada a 200 unidades disponibles en Sabiro Blue, Onyx Black, China Gray o White Stone. Dentro de esa serie, las 59 últimas unidades recibirán el acabado "Vantage 59" (que ilustra estas líneas), que en Alemania costará 209.995€ (aún no se conoce el precio para España).
Éste se compone del color Stirling Green y Lime asociado a un interior de cuero Dark Knight y alcántara y acabado con una exclusiva franja con puntadas Lime AMR. Evidentemente, se trata de una conmemoración de los 60 años de la victoria y segundo puesto del Aston Martin DBR1 en las 24 Horas de Le Mans de 1959. Caroll Shleby y Roy Salvadori llevaron el DBR 1 a la victoria, mientras que Maurice Trintignant y Paul Frére terminaron segundos con el otro DBR1.