Después de casi nueve décadas, la policía sueca sigue recurriendo a su marca de confianza para sus coches patrulla. Por supuesto, hablamos del fabricante Volvo, también sueco, que prepara ahora un nuevo coche para sus fuerzas de seguridad. Se trata del Volvo V90, la versión ranchera del S90, que empezará a operar en Suecia a principios del año que viene con los colores de la policía.
Para poder desempeñar todas las tareas que requieran los Polis, cada V90 pasa una semana en unas instalaciones especiales de Volvo en Torslanda, donde reciben ajustes a nivel de suspensión y frenos, y también todo lo necesario en materia de herramientas y sistemas de comunicación. Por ahora los coches están en fases de prueba, pero tardarán poco en empezar a patrullar las calles.
Estas pruebas se centran en cinco parámetros: frenada, conducción de emergencia a alta velocidad, circuito de obstáculos y maniobras evasivas, con y sin freno. "En general es difícil encontrarle defectos. Chasis, dirección, suspensión, control de tracción, motor... todos ofrecen un comportamiento ejemplar. Los cambios de carril a velocidades elevadas parecen casi fáciles. El coche hace lo que se le pide y digiere perfectamente las fuerzas laterales sin protestas", concluye un informa de la policía.
Volvo ofrecerá también este vehículo policial a fuerzas de seguridad de todo el mundo que se interesen por él.
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