Volkswagen Golf 8: toda la información sobre el esperado compacto de Volkswagen

La espera ha finalizado. El Volkswagen Golf 8 ya es una realidad. Si bien su diseño no es ninguna revolución, el nuevo Golf apuesta fuerte por la hibridación (con de entrada dos versiones híbridas enchufables) sin renunciar a los motores diésel, un interior totalmente digitalizado con un sistema de conducción “semi autónomo” y un sistema de comunicación entre coches e infraestructuras.

La fisonomía del Golf 8, con filtraciones o sin ellas, no iba a ser una sorpresa. El diseño es continuista y funcional, como lo viene siendo desde hace varias generaciones ya. El aspecto más destacable de esta nueva generación a nivel estético es sin duda el diseño del frontal y de los grupos ópticos delanteros.

Se mantiene, obviamente, la forma del pilar C, creada en 1974 para el Volkswagen Golf original por Giorgetto Giugiario. De manera general, es una evolución del Golf de la generación saliente. Sin embargo uno de los cambios más sutiles está en el techo. Este es ahora más bajo y tiene más caída hacia el portón.

La línea horizontal de luces LED que parece cortar los faros en la parte superior y reducir la calandra a su más mínima expresión es un evidente guiño al Volkswagen ID.3, el modelo 100 % eléctrico de la marca.

La carrocería adopta proporciones apenas diferentes de las del modelo actual: 4,28 m de largo frente a los 4,26 m del Golf 7, una anchura idéntica de 1,79 my una altura de 1,46 m (+ 1 cm a pesar de un techo más bajo). El maletero no evoluciona: 380 litros, como en el Golf 7 y que puede alcanzar los 1.237 litros en configuración de dos plazas, es menos que el actual Golf (1.280 litros).

Habitáculo

El habitáculo marca un cambio radical en el diseño. El salpicadero conserva un aire tradicional en su arquitectura, pero las pantallas lo dominan todo, hasta el punto que no hay una consola central. El cuadro de instrumentos es digital y llamado Innovision solo muestra la información relevante en cada momento, pero también es personalizable. El conductor disfrutará además de un head-up display.

La pantalla del sistema de infoentretenimiento se mantiene en lo alto, pero al haber instalado los controle del climatizador en la pantalla, los diseñadores han liberado espacio en el túnel central para guardar objetos, cuenta además con dos tomas USB-C.

La principal revolución estética es el cambio en el diseño del salpicadero y la eliminación de la mayoría de los botones y de todas las ruletas. Incluso el control de los faros, que desde hace décadas en los coches alemanes se controlan vía una moleta a la izquierda del volante, ahora se hace mediante varios botones para escoger entre el modo automático y los antinieblas, por ejemplo.

Desde un punto de vista de la ergonomía, prescindir de la mayoría de los botones físicos es un error, pues una pantalla táctil no tiene relieve para saber reconocer en función de su forma y posición el botón que buscamos. Eso sí, uno de los pocos botones físicos que están presentes es el de la mal llamada conducción semiautónoma (en realidad, un completo sistema ADAS). Pulsando un botón, el control de crucero activo, asistente de mantenimiento y cambio de carril y frenadas automáticas de emergencia toman el control del coche hasta los 210 km/h.

El objetivo es dotar el Golf 8 de una cierta aura tecnológica, para que no quede desfasado frente a los eléctricos, como el Volkswagen ID.3. Por otra parte, los controles gestuales hacen su aparición en el Golf. Basta con deslizar el dedo donde estaría un clásico botón en el techo para abrir el techo solar.

Sin embargo, no podemos pasar por alto que los paneles interiores de las puertas, con sus manecillas de aperturas, elevalunas eléctricos y el ajuste eléctrico de los retrovisores son idénticos a los que usa el modelo saliente. Desentona un poco y da a entender que Volkswagen quiso ahorrar en áreas que no considera esenciales.

Motores

A nivel mecánico, en los motores gasolina, el Volkswagen Golf 8 apuesta por la hibridación. En el momento de su lanzamiento, la gama contará con cinco motorizaciones híbridas. Tres de ellas serán, como era de esperar, mild hybrid de 48 V (te explicamos en detalle en qué consiste aquí) que reciben el nombre de eTSI y dos híbridas enchufables.

La gama eTSI, que promete según Volkswagen reducir hasta 10 % el consumo (ciclo WLTP) contará con tres niveles de potencia: 110 CV, 130 CV y 150 CV. La gama PHEV o híbrida enchufable, con una batería de 13 kWh y una autonomía eléctrica de 60 km, contará con dos versiones. La primera es de 204 CV, mientras que la GTE alcanza los 245 CV.

Sin embargo, el Golf conserva una oferta de motores más tradicionales. Contará además con dos motores TSI de 4 cilindros, uno de 90 CV y otro de 110 CV (ambos con combustión Miller para reducir el consumo), y un propulsor bifuel gasolina y GNC, el 1.3 TGi de 130 CV.

Además, Volkswagen no abandona los diésel en el Golf, pero aseguran que estos propulsores emiten un 17 % menos CO2 que en la generación saliente y hasta un 88 % menos de NOx. Para ello, cuenta con dos catalizadores de reducción SCR. La gama diésel se compone inicialmente del 2.0 TDi en variantes de 115 CV y 150 CV.

A destacar que si bien el cambio manual seguirá estando disponible, el Golf 8 contará también con un sistema de cambio “by wire” (por cable) en las transmisiones automáticas, ejemplificado por la presencia del pomo de cambio de los Porsche 911 con cambio PDK.

Internet de la cosas en el Golf

Los sistemas del Golf 8, gracias a una unidad de conectividad en línea (OCU), están conectados con el mundo. La OCU cuenta con enlaces eSIM integrados a las funciones y servicios en línea "We Connect" y "We Connect Plus".

El nuevo Golf también es el primer Volkswagen en conectarse con su entorno a través de Car2X: las señales de las infraestructuras de tráfico y la información de otros vehículos que están a su alrededor hasta 800 metros de distancia se notifican al conductor a través de una pantalla.

De momento, desconocemos el alcance práctico de esta tecnología, aunque inicialmente no será muy destacable. Y es que se trata de un sistema semipasivo. Solo funciona si la infraestructura y los otros coches equipan un sistema Car2X y avisan así al Golf de su presencia o de lo que ocurre y viceversa. El Golf también comparte estas advertencias con otros modelos Car2X.

En la fábrica de Wolfsburgo, en la que trabajan 8.400 personas en la línea del Golf, las 2.700 piezas que componen el nuevo Golf se unen para dar forma al Golf 8. Y aunque sea más complejo que la anterior generación, los operarios tardan una hora menos en fabricar un Golf 8 con respecto a la generación saliente.

Las primeras entregas llegarán a la calle en diciembre de 2019 en Alemania y Austria, mientras que en España, Francia, Italia y Reino Unido lo hará en enero de 2020.

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