Wang Shuhan tiene 5 añitos y domina la maquinaria industrial mejor que yo. Cuenta su señor padre que el chavalín le acompaña en el trabajo desde que tenía 3 años, y que ha aprendido al observarle mientras trabaja y habiéndole explicado alguna vez para qué sirve cada palanca. No queramos pensar que el niño es víctima de explotación infantil, no, que sólo se trata de un chaval muy habilidoso.
Y como el ejemplo de Wang Shuhan se nos queda en nada, podemos recurrir al caso de dos chavales más: Razmik Khshtoyan también tiene 5 años, es armenio y tiene un viciaco importante con el manejo de la maquinaria pesada. Dicen que aprendió a los 4 años de su padre y de su abuelo. Para acabar, una tercera muestra, esta vez de Estados Unidos. Los hermanos Carlson, de 5 y 6 años, aprendieron de su padre y su tío en un fin de semana lo que a otros les cuesta un poquillo más.
Y nada, que esto es casi como aquello que decían los clásicos:
Si usted tiene alguna obra y si se los encuentra, quizá pueda contratarlos.
Vía | Bebés y Más