¿Quién ha dicho que el frío no es divertido? Que se lo pregunten a nuestro compañero Javier Álvarez después de disfrutar como un enano sobre la nieve, pero no es el único. Los rusos de frío y nieve saben un rato, y no van a dejar de disfrutar de su afición por los coches porque la estepa esté helada.
Con una temperatura media de -5 grados, el piloto de drifting profesional Sergey Kabargin se ha juntado con otro colega del gremio y con sus Chevrolet Corvette C6 y Toyota Supra ultra modificado (hasta cuesta reconocerlo sin los paneles) han salido a demostrar sus habilidades.
La verdad es que controlan bastante, sólo hay que ver lo cerca que ruedan el uno del otro sin tocarse. Salvo un pequeño percance del Vette contra un talud de nieve, por lo demás, todo perfecto.
Por suerte, parece que esto es sólo un adelanto de lo que vendrá más adelante. Veremos qué nos tiene preparado Sergey.