Un microcoche eléctrico lo tenía todo para triunfar como el Beetle: era 'barato', con tres ruedas, se apagaba solo y la suspensión funcionaba al revés. Los 428 que se vendieron han terminado en un desguace

Un microcoche eléctrico lo tenía todo para triunfar como el Beetle: era 'barato', con tres ruedas, se apagaba solo y la suspensión funcionaba al revés. Los 428 que se vendieron han terminado en un desguace
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A las afueras de Gilbert (Arizona, EEUU) hay un desguace que está llamando la atención porque acumula toneladas de un único e inusual vehículo: el ElectraMeccanica Solo, un pequeño microcoche eléctrico de tres ruedas que nació con el objetivo de revolucionar la movilidad urbana. Pero lo más curioso no es que haya cientos de ellos esperando su triste final, sino que la mayoría parecen estar prácticamente nuevos.

Más allá de los rumores y las teorías que han empezado a circular por las redes sociales sobre el motivo de lo que puede parecer una destrucción prematura, está la chocante realidad: tuvieron un fallo crítico y, en lugar de solucionarlo, los responsables del proyecto decidieron que lo mejor que se podía hacer con ellos era desguazarlos.

La turbia y surrealista historia detrás del ElectraMeccanica Solo eléctrico

El ElectraMeccanica Solo era un coche eléctrico de tres ruedas creado para la ciudad producido entre 2018 y 2023, que se promocionó como el "Volkswagen Escarabajo del siglo XXI" y aspiraba a ser una solución de movilidad ideal para todos. Pero desde el principio, el Solo estaba limitado por su precio de 18.000 dólares (unos 16.700 euros) y su cabina con un único asiento. Sin embargo, ninguno de estos dos aspectos fue la causa de su perdición.

Un antiguo ingeniero de Local Motors, que se hace llamar StartupSlick en las redes sociales, ha destapado la historia de los ElectraMeccanica Solo. Aunque en un momento del vídeo indica que cree que estos vehículos “son Elios destrozados”, lo cierto es que ElectraMeccanica es una empresa totalmente diferente, que tiene una rocambolesca historia detrás.

ElectraMeccanica es una marca poco conocida, cuyo legado se remonta técnicamente a 1959, con una empresa completamente diferente, Intermeccanica. Esta, fundada por Frank Reisner, se especializaba en recambios para Renault, Simca, Peugeot, etc. Pero también en la construcción artesanal de réplicas del Porsche 356, el carrozado y la construcción de carrocerías para el Apollo GT, el Italia, el Indra y otros tantos.

Pero Reisner falleció en 2001 y su hijo Henry Reisner tomó el relevo y, en la actualidad, Intermeccanica continúa su tradición de fabricar coches a medida y réplicas. En realidad, Intermeccanica no tiene nada que ver con ElectraMeccanica, pero cuando Henry decidió abrir una nueva empresa, añadió el sufijo "meccanica" a su nueva compañía, lo que generó confusión.

En 2012, como informaba Automotive News Canada, Reisner unió fuerzas con Jerry Kroll para crear ElectraMeccanica, que lo único que tenía en común con Intermeccanica era el parecido de su nombre. Lejos de querer ser carroceros, Reisner y Kroll querían construir un innovador coche eléctrico de tres ruedas. A Reisner no pareció importarle entonces el penoso historial de Kroll, que ya tenía experiencia en participaciones en empresas emergentes fracasadas (incluidas otras dos de vehículos eléctricos y otra de bebidas deportivas).

El día de su lanzamiento, que llegó bastante más tarde de lo esperado (la primera versión de producción del Solo estaba prevista para 2016), un Jerry Kroll convencido de su proyecto, promocionó el pequeño eléctrico como “el nuevo coche del pueblo”: “Este es el Volkswagen Escarabajo del siglo XXI”, aseguró a los periodistas allí presentes dispuestos a probarlo.

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“Después de 30 minutos conduciéndolo, te sientes como si llevaras el traje de Ironman de Robert Downey Jr: llevas puesto el coche. Así es como debería ser la conducción”, aseguró. Aunque en un vídeo Kroll fue algo más lejos, afirmando que el Solo acabaría siendo “tan omnipresente como el iPhone en un año”, y calificándolo como “la mejor experiencia que se puede tener que no sea sexual”.

Pese a que con su marketing consiguieron convencer a decenas de miles de clientes para que hicieran sus pedidos anticipados, el proyecto estrella de ElectraMeccanica se tambaleó por primera vez cuando meses después de lo prometido las entregas no llegaban. Pero finalmente, la marca logró lo que tantos soñadores no pudieron: tras retirar las primeras cubiertas del modelo de producción en 2016, en 2017 comenzó la producción de la versión definitiva en Vancouver, Canadá. Los primeros Solos ElectraMeccanica se construyeron a mano.

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La segunda vez que la empresa estuvo a punto de echar el cierre fue en 2019, cuando ElectraMeccanica fabricó un Solo “de segunda generación”, diseñado para ser más barato y producido en masa en China: de los cerca de 300 que se construyeron, sólo se vendió uno. El resto acabaron también en el desguace, aunque se desconoce el motivo. Entonces ElectraMeccanica cambió su publicidad, y el triciclo pasó de ser “el próximo Escarabajo” a ser promocionado como un divertido medio de transporte ideal para la ciudad.

A la tercera no fue la vencida: la triste historia del Solo, con moraleja

Estos nuevos Solo se construían por Zongshen en China (igual que su segunda generación), pero incluían mejoras como una vía más ancha para reducir las posibilidades de vuelco, control de estabilidad para tratar de mantener las tres ruedas en el suelo e incluían especificaciones razonables para un coche urbano.

Con un peso de poco más de 800 kg, el Solo tenía una batería de 17,3 kWh, un motor de 56 CV y una velocidad máxima de 130 km/h. Su autonomía eléctrica estaba homologada en 160 km, una buena cifra para el uso urbano para el que había sido concebido. Pero poco después de empezar a venderse por fin su tercera generación, en agosto de 2022, ElectraMeccanica recibió la primera queja de un cliente frustrado porque su Solo perdía empuje durante la conducción.

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Un mes después se recibieron más informes similares, lo que llevó al equipo de ingenieros de la empresa a intentar diagnosticar y solucionar el problema, aunque finalmente llegaron a la conclusión de que se trataba de “un defecto en el controlador del motor y el inversor o en el controlador de la batería, que podía provocar la parada del motor eléctrico”. Nunca consiguieron averiguar cómo solucionarlo.

El problema se elevó al equipo ejecutivo de ElectraMeccanica, que en febrero de 2023 inició una llamada a revisión de casi todos los vehículos vendidos a sus clientes en EEUU, un total de 428 Solos. Y aunque los documentos de la llamada a revisión sugieren que la empresa esperaba poder encontrar una solución, ésta nunca llegó. Finalmente, en abril del mismo año, la empresa notificó a los clientes que recompraría todos los vehículos afectados.

Este es un fragmento de la carta que les llegó a sus clientes: “Durante la conducción, el vehículo puede experimentar una pérdida de propulsión. Se encenderá una luz de advertencia en el cuadro de instrumentos y el conductor experimentará una pérdida de potencia a medida que el vehículo desacelera como si quitara el pie del pedal del acelerador. Los sistemas de dirección, frenado e iluminación no se ven afectados. El vehículo puede volver a arrancar transcurrido un tiempo. En caso de pérdida repentina de propulsión, el vehículo mantiene todas las demás funciones críticas, como la dirección asistida, el frenado y el alumbrado, y en la mayoría de los casos permite al conductor detenerse”.

Como la recompra era voluntaria, los propietarios de estos vehículos de tres ruedas podían elegir quedárselos, aunque ElectraMeccanica dejó clara su postura: “EMV recomienda encarecidamente que acepten la oferta de compra por razones de seguridad. Tenga en cuenta que la EMV ya no garantizará, apoyará ni dará servicio a su vehículo”.

Y alguno se salvó, como el que está viviendo una segunda vida a manos de YouTubers como Robert Dunn o Grind Hard Plumbing Co. También puede encontrarse algún raro ejemplar a la venta.

Poco después del desastre, ElectraMeccanica fue comprada por la firma de camiones eléctricos Xos, que no ha mostrado interés alguno en reparar los Solos para revenderlos. En su lugar, ha optado por la opción que seguramente les sale más barata: mandarlos a la trituradora.

La empresa, que llegó anunciar y luego canceló un vehículo eléctrico de cuatro ruedas, se encuentra hoy en un limbo extraño. Cuando Xos la compró no tenía interés en los coches ni en los diseños, sino en sus reservas de efectivo, así que quién sabe hacia dónde se dirige ahora.

La saga de ElectraMeccanica es triste. A pesar de su enorme potencial y haber alcanzado la fase de producción pese a todos los desafíos, la marca yace ahora en el montón de chatarra en el que se ha convertido su historia.

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