No es la primera vez que vemos al centro de gravedad obrar su 'magia', más desde que los SUV son tendencia (y asentada además desde hace años).
Recientemente, el conductor de un Land Rover Discovery Sport ha descubierto que conducir un vehículo de 1.727 mm de alto, 1.904 mm de ancho y un peso de casi dos toneladas no es todo ventajas, sobre todo en una rotonda y cuando te topas con un Toyota GR Yaris.
El vídeo, procedente de una cámara de tráfico en el sureste de Birmingham, Inglaterra, lo ha subido un usuario de Twitter bastante enfadado con el comportamiento del dueño del SUV.
En él podemos ver cómo el Land Rover entra en una rotonda (al parecer problemática), empieza a circular por el carril central y decide hacer la maniobra -poco calculada- para adelantar que hace que el vehículo se incline demasiado, y que le pondrá patas arriba en cuestión de segundos.
El ADN todoterreno del Discovery Sport y su alto centro de gravedad se enfrentan así al la parte trasera del pequeño GR Yaris (que parece inmutarse poco), y pierden.
Si bien es cierto que los SUV tienen un centro de gravedad más alto, no tienen por qué ser más propensos a volcar que otras carrocerías.
El control de estabilidad tiene en cuenta el centro de gravedad más alto del coche, pero en este caso, la baja velocidad y el suave impacto con el Yaris hacen que el centro de gravedad del gran SUV se desplace hacia la izquierda.
Y el resto es historia.
Foto | James Goes Cycling