Y es que Alexuny me leyó el pensamiento. Vengo a amargaros un poco la jornada del último domingo de agosto con una inyección de dolor. Con vosotros un Rolls-Royce Phantom blindado al que se le hacen unas pruebecitas balísticas para comprobar la efectividad de su blindaje.
Como podreis ver el coche de lujo aguanta muy bien los disparos de rifles y armas automáticas a una distancia típica de emboscada sin ningún problema. Lo que sí llama más la atención es lo bien que soporta la detonación de varias granadas de mano, suficientes para convertir una persona en sopa en polvo.
Gracias a este blindaje es posible circular por los barrios más chungos sin temor a nada… es un nivel VR7, esto del blindaje va por niveles y es el más alto. Eso sí, mejor no ir en reserva, el consumo urbano de un coche así y blindado es astronómico. Tras el salto no queda tan impecable…
Lo de antes es demasiado suave, así que seguimos con el accidente de un Rolls-Royce mejor documentado en Internet. Ocurrió en Serbia durante la Gumball 3000 de 2006. Está grabado por dos capullos que iban en un Ferrari detrás del Phantom blanco a velocidades próximas a 300 km/h.
Al final ocurrió lo que tenía que ocurrir (0:45), y es que cuando se entra en una curva de carretera secundaria a casi 280 km/h con un coche que pesa más de dos toneladas lo raro es que no pase algo. Pese a la espectacularidad del choque, no pasó nada, y los imbéciles que iban dentro se bajaron tan panchos.
No hubo que lamentar víctimas, pero estuvo bien cerquita. No quiero imaginar el destino de ese Fiat Seicento que iba en sentido contrario si les embiste un Rolls-Royce con una suma de velocidades de más de 300 km/h. No se habrían bajado tan campantes, eso seguro.
Al año siguiente sí hubo muertos, y dejó de ser gracioso lo de bajar de un coche de multimillonario convertido en chatarra. La diversión se les fue de las manos. A raíz de dicho suceso, esa carrera donde hay ricos con la inteligencia inversamente proporcional al tamaño de su fortuna ya no se hace en Europa.
Vídeo | Youtube
En Motorpasión | Rolls-Royce Phantom blindado