La ciencia avanza a toda máquina en muy diversos aspectos, no sólo en el campo de la medicina o la química, que es lo que suele venir primero a la mente. Los aficionados al mundo del automóvil (entre otros) también pueden disfrutar de los avances de la ciencia, en este caso aplicados a la personalización. ¿Conoces el vinilo líquido?
Es eso, vinilo en estado líquido que se aplica en spray para cubrir muy diferentes superficies, desde piezas de la carrocería a llantas o incluso partes del salpicadero. Hasta aquí no parece que aporte nada nuevo, pero es que lo curioso de este material es que no es permanente como la pintura, lo puedes quitar cuando te canses o ya no te guste.
Lógicamente la resistencia no es la misma que la de una pintura de verdad, no hay que engañarse, pero sí sirve de protección para la pintura original. Su aplicación consta de un mínimo de dos capas, el secado tarda más o menos una hora y el spray de 400 ml tiene un precio a partir de sólo diez euros (también se puede tirar con pistola). No es la solución para los que buscan un acabado con un brillo infinito o una pintura permanente, pero si no lo tienes muy claro puede ser una solución.
Por ejemplo, te gustaría pintar las llantas en negro mate pero no sabes cómo quedará. Pues además del socorrido photoshop, puedes gastarte diez euros en un bote de vinilo líquido, pintar una de las llantas y ver exactamente cómo queda. Si te vuelve loco pintas las llantas para siempre, si puede ser algo pasajero, las dejas con vinilo hasta que te canses o quieras vender el coche.