Mezclar el tuning alemán más contundente de Hamann con el lujo inglés del Rolls Royce Phantom puede parecer algo así como tomar té con salchichas.
Afortunadamente, incluso firmas como Hamann conservan el sentido de la mesura y la carrocería no sufre ninguna modificación, un lord inglés con alerón nunca ha sido una combinación fácil de asumir.
El único cambio exterior, bastante discutible, es calzarle al Phantom unas llantas de 23 pulgadas negras. Esto sí que es personalización con mayúsculas, lo mismo da que sea un mítico sedán superlujoso que un SUV deportivo (nótese la ironía).
El motor aumenta su potencia de 460 CV a 535 CV, y la velocidad máxima supera los 300 km/h. En el interior encontramos un híbrido entre el volante original del Rolls Royce y un volante deportivo, atrevida combinación de piel vuelta, lacados y cuero probablemente agradable al tacto.
Resumiendo: el té y las salchichas no combinan demasiado bien pero finalmente su sabor no resulta tan nauseabundo como se podría pensar en un primer momento.
Vía | autoblog.nl
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