Los chicos Franco Scribante Racing han puesto toda la carne en el asador para concebir, con permiso del GT-R de 2.737 CV de Extreme Turbo Systems, uno de los Nissan GT-R más brutales con los que nos hemos topado. Modificado para competir en carreras de ascenso o hillclimb, hace gala de nuevos y mastodónticos elementos aerodinámicos y va acompañado de una tremenda inyección de potencia para su propulsor V6 que lo lleva hasta los 1.600 CV.
En los últimos tiempos, las carreras hillclimb, o subidas de montaña, han ido cobrando más protagonismo más allá de Pikes Peak. Y con las mismas vienen de la mano monturas modificadas para ofrecer la mayor potencia posible así como la mejor carga aerodinámica.
Y una de ellas este Nissan GT-R modificado por el equipo italiano Franco Scribante Racing que no podíamos pasar por alto. Esta unidad preparada del deportivo nipón ya está lista para la acción y competirá en la Jaguar Simola Hillclimb 2019, que se celebra en Sudáfrica entre el 2 y el 5 de mayo, aunque seguramente también se deje ver en lizas de idéntica categoría.
¿Un GT-R o un Batmóvil?
Los ingenieros de Franco Scribante Racing han desarrollado un brutal kit aerodinámico para el modelo nipón, donde el protagonismo se lo llevan un sobredimensionado labio delantero sobre el que se ubica un gigantesco alerón. Por su parte, en la zaga encontramos un alerón que tampoco es pequeño precisamente y añaden también un nuevo e igualmente enorme difusor trasero formado por listones verticales.
Todos estos nuevos elementos, concebidos en fibra de carbono para penalizar lo menos posible el peso, contribuyen a mejorar su carga aerodinámica, asegurando que sea capaz de acometer las curvas del revirado trazado de esta prueba de ascenso a la mayor velocidad posible.
No obstante, aunque el resto de paneles de la carrocería de este Nissan GT-R según Franco Scribante Racing parecen de serie, en realidad también han sido sustituidos por otros en fibra de carbono. De igual manera, el interior ha sido también vaciado, dejando únicamente los elementos necesarios para medirse en corto con sus rivales, y se ha cambiado el salpicadero por otro en fibra de carbono, además de añadirse una jaula antivuelco o asientos de competición con arneses de cinco puntos.
Todo ello contribuye a reducir el peso del GT-R y, aunque por desgracia no revelan cifra, entendemos que bajará de los 1.827 kilos en los que para la báscula el modelo de producción.
Por último, Franco Scribante Racing también añade una buena sobredosis de potencia al propulsor V6 de 3.8 litros de 570 CV del GT-R que, tras el hacer de los transalpinos, llega hasta los 1.600 CV de entrega. De hecho, según los italianos, podrían haberlo potenciado hasta los 2.200 CV, pero consideraron que la inyección de 1.030 CV ya era más que suficiente...
Fotos: Franco Scribante Racing